BIenvenidos al corazón del antiguo macizo de Tandilia, donde se combinan sierras suaves, afloramientos rocosos y una urbanización ondulada que le otorgan un encanto único. En este recorrido proponemos cuatro circuitos: urbano, de parques, serrano y de canteras, que invitan a descubrir los rincones más representativos y algunos secretos bien guardados de Tandil. Circuito urbano Ideal para una primera aproximación a la ciudad. El punto de partida puede ser la Plaza Independencia, un extenso pulmón verde de cuatro manzanas con senderos sombreados, fuente central y la réplica de la Pirámide de Mayo que guarda en su interior una lápida del tiempo sellada hasta el año 2060. Frente a ella se destaca la Iglesia del Santísimo Sacramento (1878) y el Museo de Arte Religioso, ubicados junto al Palacio Municipal de estilo neoclásico (1920), que ofrece visitas autoguiadas gratuitas. Muy cerca, el ex Banco Hipotecario completa el conjunto arquitectónico histórico. A escasos metros, el Museo de Bellas Artes (1937) alberga obras de Berni, Petorutti, Quinquela Martín y Basaldúa, entre otros. Las calles céntricas, con su ritmo intenso de comercios, cafés y bancos, invitan a caminar sin apuro. En la 4 de Abril 845, el Museo Tradicionalista Fuerte Independencia (MUHFIT) conserva piezas históricas en 15 salas distribuidas en 2.000 m2. Otro imperdible es Época de Quesos (14 de Julio y San Martín), vieja posta de carretas convertida en tienda y bodegón, donde se pueden probar embutidos y picadas típicas en un ambiente de época (Tel.: 0249 4448750 o IG: @epocadequesos). Desde allí, continuar en auto por la Av. España hasta el final del camino para llegar al Monte Calvario, símbolo religioso de Tandil. Inaugurado en 1943, alberga una imponente escultura de Cristo de 22 metros, visible desde distintos puntos de la ciudad. Las estaciones del Vía Crucis, talladas en piedra, se dispersan entre eucaliptos y olivos. También se encuentra la Capilla de Santa Gemma y una réplica de la Gruta de Lourdes. El adoquinado antiguo de muchas calles recuerda la historia de los picapedreros, aquellos trabajadores que dieron forma a las canteras de la región. Circuito de los parques Ideal para recorrer en vehículo, atraviesa los principales espacios verdes del casco urbano. El punto de partida es la intersección de Av. Avellaneda y Bolívar, donde se alza el Parque del Libertador. Desde su mirador, junto a la estatua del General San Martín, se obtiene una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. A pocos metros se ubica el Parque del Origen, con esculturas de dinosaurios en tamaño real, y el cercano Sendero de las Ánimas, una caminata gratuita de 500 m entre bloques pétreos precámbricos envueltos en leyendas locales. Siguiendo por Av. Brasil y luego Av. Alvear, se llega al Parque Independencia, con su pórtico donado por la colectividad italiana en 1923. El camino asciende hasta el Castillo Morisco, hoy confitería y restaurante con vista panorámica (IG: @1823castillomorisco). Por la parte trasera se baja hacia el Lago del Fuerte, rodeado por clubes náuticos, bares, senderos y el Balneario del Sol, con capacidad para 7.000 personas. En el centro del lago, un géiser artificial completa la postal. Cerca se encuentra el Parque del Bicentenario, un predio de 35.000 m2 con áreas de descanso y miradores, y el Mirador del Corazón, un paseo gratuito con estaciones interactivas y vistas espectaculares. Circuito de las canteras En las afueras, sobre la rotonda de las rutas 226 y 30, se toma esta última hacia Lobería. A sólo 3 km aparece el pueblo de Cerro Leones, donde el histórico Bar El Cerro (145 años) conserva su alma de almacén de ramos generales. Hoy funciona como parador gastronómico (Tel.: 0249 4013881 o IG: @bodegon_el_cerro). Frente al bar, las antiguas Cavas de Cerro Leones se transformaron en espejos de agua dentro de las viejas canteras de la empresa CIGA, que operó hasta fines de los ‘90. Volviendo a la Ruta 226 rumbo a Azul, a 16 km se encuentra el Cerro de la Virgen, con una imagen de la Virgen de Lourdes. El acceso -señalizado tras la Base Aérea- atraviesa zonas rurales y canteras activas. Además, el predio ofrece actividades de aventura como rappel, tirolesa, escalada y mountain bike, ideales para cerrar el recorrido con una dosis de adrenalina. Circuito serrano Ubicado sobre la Av. Lunghi, este recorrido arranca en la Plazoleta VI Brigada Aérea, donde se exhibe un avión Mirage Dagger que participó en la guerra de Malvinas. Muy cerca está el acceso al complejo de la Piedra Movediza, cuya réplica exacta se inauguró en 2007 en el sitio donde la original “de más de 300 toneladas” cayó en 1912. Continuando por la Ruta 30 y Av. Estrada se llega al Cerro Centinela, donde una piedra de siete metros se mantiene en equilibrio sobre una base mínima. El complejo ofrece aerosillas ($ 10.000 ida y vuelta), cabalgatas y un recorrido por el Horóscopo Celta, que asocia árboles y signos zodiacales (Tel.: 0249 4631510 o IG: @cerrocentinelatandil). Más adelante aparece el Valle del Picapedrero, un parque de aventuras con tirolesas, escaladas y rappel, enclavado en antiguas canteras (Tel.: 0249 4340227 o IG: @valledelpicapedrero). También se puede acceder al Paseo de los Pioneros, gratuito, con senderos hacia el Monumento al Picapedrero y miradores naturales. Por Av. Don Bosco se arriba a la Reserva Natural Sierra del Tigre, de 150 hectáreas, donde habitan llamas, pumas y zorros. La entrada cuesta $ 5.000 (Info: www.sierradeltigretandil.org.ar). Muy cerca, el sendero a La Cascada ofrece una caminata entre rocas y siete saltos de agua. El recorrido finaliza en el Cristo de las Sierras, una escultura de 10 m del artista Fernando Tirso Pavolini inaugurada en 2014, con vistas inmejorables hacia la ciudad. ¿Te apasiona la vida al aire libre, la aventura y la naturaleza? Recibí las mejores notas de Weekend directamente en tu correo. Suscribite gratis al newsletter
Escapada a Tandil: para disfrutar de la paz serrana
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