21.2 C
Buenos Aires
Sunday, October 26, 2025

‘Mi hijo no era malo’: la familia del pescador samario pide al presidente Petro y EE. UU. pruebas sobre su muerte en un presunto ataque

Date:

En el humilde barrio Los Cardonales, del sector de Gaira en Santa Marta, lUna noticia cayó directamente en el corazón. Los familiares de Alejandro Carranza Medina, el pescador samario que el presidente Gustavo Petro mencionó como víctima de un ataque estadounidense, no logran similar lo que escuchan en los noticieros.

LEA TAMBIÉN

En la pequeña casa ubicada en las faldas de un cerro, donde las faenas de pesca siempre marcaron el ritmo de la vida, hoy solo se respira tristeza y desconcierto. Su madre, Carmela Medina, no puede contener el llanto. En menos de un año perdió a dos de sus hijos, uno de ellos hace apenas semanas y ahora teme haber perdido al tercero, Alejandro, de 40 años.

“Mi hijo no era malo. Él vivía de la pesca, no tenía dinero, ni cargaba droga, ni nada de eso que dicen en las noticias”dados temblorososmientras dialoga con EL TIEMPO y sostiene un retrato viejo de su hijo con un anzuelo en la mano y el mar de fondo.

Un hombre de mar, no de guerra

Alejandro Carranza Medina, pescador samario. Foto:Roger Urieles.

Alejandro Carranza salió de su casa el pasado 14 de septiembre, como lo hacía cada cierto tiempo, con la promesa de regresar con buena pesca. Según su familia, acostumbraba a ausentarse hasta un mes en faenas largas, Pero esta vez el silencio se ha extendido demasiado.

Desde entonces, no han recibido llamadas, mensajes, ni ninguna prueba que confirme si realmente fue él quien murió en el ataque estadounidense denunciado por el presidente Petro.

“No tenemos ninguna constancia de que sea él. Nadie del Gobierno se ha comunicado con nosotros. Solo hemos visto lo que dice el Presidente por redes sociales”, cuenta a EL TIEMPO Lizbeth Pérez Carranza, sobrina del pescador. “Antes de hacer ese anuncio, debían hablar con nosotros, mostrarnos pruebas, algo que nos ayudará a entender lo que pasó”.

Una familia sin respuestas ni recursos.

Su padre Alejandro sigue tejiendo una malla de pesca que dice le regalará a su hijo cuando vuelva. Foto:Roger Urieles.

Los Carranza Medina son una familia de pescadores de tradición. Viven al día. Sus ingresos dependen del mar y de las temporadas. Por eso, cuando la noticia estalló, no supieron a quién acudir ni cómo verificarla.

“Somos gente pobre, no tenemos cómo viajar ni a dónde ir. Solo pedimos que el Gobierno nos ayude a saber la verdad”, dice Lizbeth.

En el patio, don Alejandro Carranza padre, un hombre curtido por el sol y los años, sigue tejiendo una atarraya. La misma que —dice— le iba a regalar a su hijo por su cumpleaños. Cada nudo es una plegaria.

LEA TAMBIÉN

“Yo le enseñé a pescar, desde pelao. Esa era su vida. Yo estoy tejiendo esta atarraya para cuando vuelva, para que pueda pescar mejor”, asegura con la voz entrecortada.

El peso del pasado y la defensa familiar.

Alejandro Carranza Medina fue capturado por robo de armas a la Policía. Foto:Archivo Fiscalia

El nombre de Alejandro Carranza ha estado en el centro de la controversia desde que se reveló que, años atrás, estuvo vinculado a un caso judicial por el robo de armas a la policía Metropolitana, proceso que, según su familia, quedó archivado.

“Ese caso fue hace años y él no volvió a tener problemas con nadie. Volvió a la pesca, que es lo único que sabía hacer”, insiste Lizbeth. “Por eso no entendemos por qué ahora lo relacionan con otras cosas. Él no era ningún narcotraficante”.

Una madre que se niega a aceptar su pérdida.

Carmela Medina, quiere creer que su hijo sigue vivo y que todo es una confusión. Foto:Roger Urieles.

Carmela, sentada en una mecedora frente al altar familiar, aún guarda la esperanza de que todo sea una confusión. “Yo quiero creer que mi hijo está vivo. que se va a aparecer por esa puerta. Él no merecía morir así. Si fue un error, que alguien lo diga”, suplica.

Entre lágrimas, repite las mismas palabras una y otra vez: “Mi hijo era bueno, él solo quería trabajar. y traer comida para sus papás y sus muchachos”.

EL TIEMPO conoció que Alejandro deja tres hijos menores de edad: un niño de 7 años, otro de 13 y una niña de 16. Ellos permanecen en la casa, abrazados a la abuela, preguntando si su papá volverá.

“Solo queremos saber la verdad”

La familia Carranza vive en una vivienda humilde del barrio Los Cardonales de Gaira. Foto:Roger Urieles.

Mientras el Gobierno colombiano insiste en exigir explicaciones a Estados Unidos, En Gaira el tiempo parece detenido. Los Carranza viven entre la esperanza y el dolor.

“No pedimos nada más que saber qué pasó. Si fue él, que nos digan la verdad, y si no, que limpien su nombre.”, dice Lizbeth, quien era muy apegada a su tío.

En el patio, su padre sigue tejiendo la atarraya. No la ha dejado ni un solo día. “Se la quiero entregar cuando vuelva, dados. Y, mientras habla, sus manos no paran de anudar.

Por Roger Urieles

Para EL TIEMPO Santa Marta.

En X @rogeruv

Este vídeo te puede interesar:

Share post:

Subscribe

spot_imgspot_img

Popular

More like this
Related