La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) lanzaron tres cohetes al espacio con el objetivo de estudiar la influencia del Sol en todo el sistema solar. El despegue se llevó a cabo a través de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida,Estados Unidos,llevando a bordo las misiones IMAP y Carruthers, de la NASA, y la nave SWFO-L1, de la NOAA.
“Este exitoso lanzamiento mejora la preparación de nuestro país ante las condiciones meteorológicas espaciales para proteger mejor nuestros satélites, misiones interplanetarias y astronautas”, afirmó Sean Duffy, administrador interino de la NASA. Con esta iniciativa conjunta, NASA y NOAA refuerzan su capacidad para anticipar tormentas solares y proteger la exploración humana del espacio.
Estas misiones buscan proteger tanto la tecnología terrestre como a los exploradores espaciales frente a las duras condiciones del entorno solar. “Mientras Estados Unidos se prepara para enviar a seres humanos de vuelta a la Luna y más adelante a Marte, la NASA y la NOAA están proporcionando la guía definitiva de supervivencia interplanetaria”, explicó Nicola Fox, de la Dirección de Misiones Científicas. “Su propósito es reunir datos esenciales para el programa ‘know-before-you-go’ (infórmate antes de ir), que busca garantizar una presencia humana segura en otros mundos”, agregó el científico.
Además, cada misión aportará información sobre los distintos efectos de la meteorología espacial y del viento solar. “Estas tres misiones únicas nos ayudarán a conocer nuestro Sol y sus efectos sobre la Tierra mejor que nunca”, destacó Joe Westlake, director de Heliofísica de la NASA. La misión IMAP trazará los límites de la heliosfera -una burbuja inflada por el viento solar que protege nuestro sistema solar de los rayos cósmicos galácticos-, mientras que la nave medirá partículas solares y energéticas que ingresan desde más allá del sistema solar.
Misiones en marcha Por su parte, el Observatorio Carruthers de la Geocorona será la primera misión dedicada a medir la exosfera, la capa más externa de la atmósfera terrestre. “La misión Carruthers nos mostrará cómo funciona la exosfera y nos ayudará a mejorar nuestra capacidad para predecir los efectos de la actividad solar aquí en la Tierra”, explicó Lara Waldrop, investigadora principal. En tanto, la nave SWFO-L1- “la primera de su tipo-, monitoreará las condiciones espaciales de forma continua. “Se trata del primero de una nueva generación de observatorios… para proteger a la sociedad contra los peligros de la meteorología espacial”, afirmó Richard Ullman, de la NOAA.
Tras un lanzamiento exitoso, las tres naves enviaron señales confirmando su correcto funcionamiento, mientras que, durante los próximos meses, viajarán hasta el punto de Lagrange 1, que está ubicado a 1.600.000 kilómetros de la Tierra, donde iniciarán su misión en enero de 2026. “IMAP nos ayudará a comprender mejor cómo el entorno espacial puede perjudicarnos a nosotros y a nuestras tecnologías, y a descubrir la ciencia de nuestro vecindario solar”, señaló David McComas, de la Universidad de Princeton. .
