Se espera que los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Donald Trump se reúnan el domingo en Kuala Lumpur al margen de las reuniones de líderes de la ASEAN.
Es una etapa inusual para un reinicio entre Estados Unidos y Brasil, pero ese es el punto: ambos gobiernos quieren bajar la temperatura y reabrir un canal práctico para el comercio después de un año difícil.
La reunión corona la gira de Lula por Asia: una visita de Estado a Indonesia y luego a Malasia para la Cumbre de la ASEAN y la Cumbre de Asia Oriental.
Es la primera vez que un presidente brasileño participa en una reunión de líderes de la ASEAN. Kuala Lumpur está 11 horas por delante de Brasilia; La inauguración de una cumbre a media mañana en Malasia retrasa la mayoría de las reuniones bilaterales de líderes hasta las primeras horas del domingo en Brasil.
La agenda es sencilla. Brasilia busca un camino más claro para las exportaciones brasileñas (alimentos, energía e insumos industriales) al mercado estadounidense y un alivio de las medidas arancelarias que elevaron los costos de productos seleccionados este año.
Lula de Brasil se reunirá con el presidente estadounidense Trump en Malasia el domingo para reparar los lazos comerciales. (Foto reproducción de Internet) Washington quiere vínculos políticos más estables con la mayor economía de América Latina y un marco que dé a las empresas estadounidenses más previsibilidad regulatoria en Brasil.
Los funcionarios brasileños enfatizan que no se trata de batallas legales internas que involucran al ex presidente Jair Bolsonaro; el foco es la economía.
Brasil busca vínculos más fuertes con el sudeste asiático en medio de relaciones con Estados Unidos El contexto más amplio explica el momento. La ASEAN cuenta con más de 680 millones de personas y aproximadamente 4 billones de dólares en PIB combinado. El comercio de Brasil con el bloque alcanzó unos 37.000 millones de dólares en 2024, y el itinerario de Lula incluye foros empresariales diseñados para profundizar ese flujo.
Una posible reunión con el primer ministro de la India, Narendra Modi, subrayaría intereses superpuestos en las cadenas de suministro, la seguridad energética y el comercio agrícola.
La historia detrás de la historia es una prueba de equilibrio. Lula está tratando de diversificar los lazos comerciales de Brasil en el Sudeste Asiático de rápido crecimiento mientras recalibra las relaciones con Washington bajo Trump.
Para los inversores y exportadores fuera de Brasil, la señal a seguir no es la sesión fotográfica sino la lectura: grupos de trabajo sobre aranceles, cronogramas para conversaciones técnicas o pilotos sectoriales específicos.
Incluso un paquete modesto, si se combina con un tono más tranquilo, marcaría el inicio de un reinicio y reduciría la incertidumbre para las empresas de ambos lados.




