El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que Estados Unidos ganó “mucho dinero” rescatando a Argentina.
Sin embargo, incluso cuando los mercados de ese país se recuperaron desde las profundidades después de que el presidente argentino Javier Milei consiguiera una victoria sorprendentemente amplia en las elecciones legislativas del domingo, la realidad parecía decididamente más modesta: al cierre de las operaciones del lunes, el Tesoro de Estados Unidos probablemente llevaba una ventaja de entre uno y dos por ciento en sus recientes compras de peso, según el momento de sus compras y los movimientos posteriores del mercado.
Estados Unidos no ha revelado los detalles precisos de sus inusuales intervenciones en el mercado de divisas este mes, cuando comenzó a intervenir después de que inversionistas globales y residentes locales se deshicieran del peso ante la especulación de que los votantes reprenderían a Milei y su agenda económica de libre mercado.
Pero personas con conocimiento directo del asunto dijeron que comenzó el 9 de octubre y desde entonces ha totalizado alrededor de 2 mil millones de dólares. Teniendo en cuenta cuándo se dijo que el Tesoro estaba comprando –y el avance del cuatro por ciento del peso el lunes, que lo empujó nuevamente al nivel más alto desde el 16 de octubre– parece que el gobierno de Estados Unidos hasta ahora ha obtenido una pequeña ganancia, si las ganancias se mantienen.
Ese rendimiento potencial sólo tiene en cuenta el tipo de cambio entre el peso y el dólar estadounidense. El rendimiento real para el Tesoro probablemente sea mayor porque ha estado depositando los pesos que adquiere en una cuenta que genera intereses en el Banco Central de Argentina, según una persona con conocimiento directo.
Un portavoz del Tesoro de Estados Unidos no respondió a una solicitud de comentarios.
Las estimaciones son sólo una instantánea en el tiempo, por supuesto, y Estados Unidos podría fácilmente volver a caer en el hoyo si las ventas se reanudan después del repunte del alivio del lunes. Los analistas cambiarios han dicho que el tipo de cambio actual es artificialmente alto y probablemente insostenible en el largo plazo. Algunos han especulado que Milei simplemente estaba esperando hasta después de las elecciones para ampliar la banda de negociación del peso y darle más espacio para debilitarse.
“El ARS sigue siendo la pieza que falta en el rompecabezas de las políticas”, dijo Alejandro Cuadrado, jefe global de estrategia cambiaria para América Latina de BBVA, refiriéndose a la abreviatura del peso. “Los resultados electorales positivos han proporcionado un alivio muy necesario, pero requerirán cierta reevaluación”.
por Ignacio Olivera Doll y Sebastián Boyd, Bloomberg




