Pesadilla en el Cecot. Los venezolanos deportados por el gobierno de Estados Unidos a El Salvador, entre marzo y abril de 2025, fueron torturados y sometidos a otros tipos de malos tratos incluidos abusos y violencia sexual, según la documentación hecha por Human Rights Watch (HRW) y Cristosal, una organización no gubernamental regional de derechos humanos que opera en El Salvador, Guatemala y Honduras, dedicada a defensora de los derechos humanos. En el informe de 90 página, publicado este miércoles 12 de noviembre, titulado “’Llegaron al infierno’: Tortura y otros abusos contra venezolanos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador”, ofrece un análisis exhaustivo del trato que recibieron estas personas en El Salvador. HRW detalló que Estados Unidos deportó a 252 migrantes venezolanos a El Salvador. Las autoridades salvadoreñas se trasladaron inmediatamente a estas personas al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), un centro de reclusión denunciado por organizaciones defensoras de los derechos humanos por sus tratos crueles a la población penitenciaria. El informe documenta violaciones de derechos humanos sistemáticas las cuales incluyen detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, ya que los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador se negaron a revelar el paradero de los migrantes deportados. La investigación documentó que los detenidos sufrieron tortura y malos tratos consistentes en golpizas constantes por parte de guardias y policía antimotines, incluyendo el uso de bastones, puñetazos y patadas, los cuales eran habituales durante las requisas diarias, y se intensificaban como represalia tras las visitas de funcionarios internacionales. En el documento, se detalla que tres exdetenidos también reportaron ser víctimas de violencia sexual. Además, las condiciones carcelarias fueron calificadas como inhumanas, con detención prolongada en régimen de incomunicación, denegación de higiene y saneamiento básico, alimentación inadecuada y falta de acceso a atención médica. “Los abusos se complementaron con tortura psicológica, donde los guardias les repetían que ‘nunca saldrían con vida’ y que sus familias ‘los habían abandonado’. La deportación de estas personas violó el principio de no devolución (non-refoulement) ante el riesgo previsible de tortura y malos tratos”, se lee en la nota de prensa.Efecto Cocuyo realizó un análisis en claves para recabar la información del informe y detallar las violaciones a los derechos fundamentales a los que fueron sometidos los 252 venezolanos detenidos arbitrariamente. Además, en el informe, se detalla que la cooperación del gobierno salvadoreño con las políticas arbitrarias de Estados Unidos para el trato de migrantes, documentados o no, constituyen una falta a los estatutos internacionales en materia de migración. Desaparición forzadaLos gobiernos de Estados Unidos y El Salvador se negaron a revelar el paradero y la suerte de los detenidos, lo que constituye una desaparición forzada según el derecho internacional. Las autoridades estadounidenses eliminaron a los venezolanos del Sistema Localizador de Detenidos en Línea (ODLS) de ICE.“Los detenidos en el Cecot no pudieron comunicarse con sus familiares ni con sus abogados, y ninguno de los dos gobiernos publicó una lista ni reveló los nombres de las personas enviadas al Cecot. CBS News, El Nacional y otros medios de comunicación publicaron listas de las personas enviadas allí, pero los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador nunca confirmaron su autenticidad”, se lee en el documento. Los familiares y detenidos, entrevistados por HRW, coincidieron que a las personas deportadas, en un principio, se les informó que serían llevadas a Venezuela, sin embargo, al llegar a El Salvador fueron tratados como prisioneros, sin contar con un juicio justo, una sentencia de juez o haber cometido un delito punible en El Salvador. “Los abogados estadounidenses que representaban a algunas de las personas enviadas al Cecot afirmaron que las autoridades de migración no les informaron del traslado de sus clientes”, se lee en el informe. La detención de los migrantes venezolanos en el Cecot careció de base legal, convirtiéndola en arbitraria. El Salvador afirmó que retenía a los venezolanos en virtud de un acuerdo en el que Estados Unidos conservaba la “jurisdicción y la responsabilidad legal” sobre ellos.Perfiles de los detenidosEl 48.8% de los venezolanos deportados a El Salvador no tenía antecedentes penales en Estados Unidos. Solo 8 (3,1%) habían sido condenados por un delito violento o potencialmente violento. Junto con los 238 venezolanos, el 15 de marzo de 2025, las autoridades estadounidenses expulsaron a 23 salvadoreños, que según el informe, permanecen detenidos en El Salvador. Los datos de ICE, señalan que más de la mitad tenían condenas penales (en algunos casos, por delitos menores), otro 30 % tenía cargos penales pendientes y 5, el 18 %, no tenían antecedentes penales. Familiares y abogados afirmaron que al menos 62 de los venezolanos fueron expulsados mientras sus procesos de asilo en Estados Unidos estaban en trámite ya pesar de haber superado la evaluación de “miedo creíble” inicial. “Tres de ellos dijeron que habían llegado a Estados Unidos después de completar un examen exhaustivo y de ser procesados a través del programa de Oficinas de Movilidad Segura establecido por el gobierno estadounidense”, se lee en la nota de prensa. Maltrato sistemático y tortura Dentro del Cecot, los guardias y la policía antimotines sometieron a los venezolanos a abusos físicos, verbales y psicológicos de forma constante, según relata la investigación. HRW documentó el relato de varios de los detenidos en el Cecot, quienes narraron que: “Todos los días llegaban a hacernos requisa” –dijo uno de ellos— “Nos sacaban de la celda a todos, nos colocaban en posición de requisa, arrodillados, esposados de manos a la espalda y con brazos en la cabeza, y nos golpeaban con los bastones, patadas y puños… y luego nos dejaban arrodillados por 30 o 40 minutos”.Los exdetenidos reportaron golpizas casi diarios, a menudo durante las requisas de las celdas. Las golpizas se daban con bastones, puñetazos y patadas. Los agentes también usaron proyectiles de impacto cinético (perdigones de goma), disparados a corta distancia contra los detenidos. Los exdetenidos dijeron que cada celda contenía cuatro grandes estructuras metálicas de varios niveles colocadas en filas, sin colchones, almohadas ni ropa de cama. Varios de los venezolanos privados de su libertad relataron a HRW que los guardias, tanto hombres como mujeres, se identificaban con apodos y mantenían el rostro cubierto. “Entre los apodos se encontraban: Satán, Pantera, Felino, El Tigre, El Cuervo, Flecha, Vegeta y Caín”.“Los oficiales que nos vigilaban en el módulo vestían uniforme gris, camisa gris y pantalón negro. Siempre llevaban un bastón, iban encapuchados, sin identificación”, dijo un trabajador de la construcción de 25 años, oriundo de Caracas. “Pocos iban sin capucha”. “Entre los guardias había uno que se llamaba ‘Satán’, que era el más torturador”, dijo otro de los venezolanos entrevistados.“Había otro al que llamaban ‘el Tigre’, que era el jefe de todos. Y otro, al que llamaban ‘Vegeta’, era el único custodio que usaba el teléfono; era el que nos tomaba fotos y videos”, agregó. Violencia sexual Tres exdetenidos relataron haber sido víctimas de violencia sexual durante su detención en esa cárcel. Un detenido declaró que cuatro guardias abusaron sexualmente de él, forzándolo a practicar sexo oral a uno y que «jugaron con sus bastones en mi cuerpo». Uno de ellos dijo que la violencia sexual era más habitual pero que algunas víctimas no contarían los hechos debido al estigma. “Me metían los bastones dentro de mis piernas y me los rozaban por mis partes íntimas. Luego lo obligaron a practicar sexo oral a uno de los guardias, lo manosearon y lo llamaron ‘maricón”, agregó. quirúrgica o manualmente un pequeño objeto bajo la piel del pene, a menudo con fines culturales, estéticos o sexuales Dijo que los guardias lo sacaban repetidamente de su celda y lo obligaban a desnudarse para mostrar la perla a otros guardias. Condiciones inhumanasLos detenidos soportaron condiciones descritas como inhumanas, según se documenta en el informe donde además se reportaron detenciones prolongadas en régimen de incomunicación, falta de higiene y saneamiento, agua amarillenta o verdosa con gusanos, y alimentación inadecuada. “Nos privaron de comida durante varios días, nos dieron muy pocos medicamentos, nos prohibieron hablar con nuestras familias y ni siquiera nos permitieron momentos de deporte o de recreación”, afirmó uno de los detenidos a HRW.“Simplemente nos tenían encerrados”. Los guardias recurrían al castigo físico después de las visitas del Comité Internacional de la Cruz Roja. Los agentes repetían a los detenidos que «nunca saldrían con vida» y que «sus familias los habían abandonado». Visita de Kristi Noem Cinco ex detenidos dijeron que, en los días previos a la visita de la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos Kristi Noem, el 26 de marzo de 2025, los guardias les dieron artículos de higiene personal, así como sábanas y colchones. El día de la visita, la secretaria entró en el módulo con personal estadounidense y salvadoreño durante un breve período de tiempo. Los detenidos en las primeras celdas comenzaron a gritar “libertad, libertad”, “somos migrantes, no terroristas”, “no tenemos por qué estar acá”. 30 minutos después de que se marchara Noen, los guardias entraron en el módulo, golpearon a los que habían gritado y les restringieron el acceso al agua ya la comida durante el resto del día. “Al ratico que se fue la gringa entraron custodios a pegarnos. Lo de siempre, hincados afuera en el pasillo y llevamos bastones, puños, patadas, palmadas en la cabeza… Eso yo creo que duro como unos 7 minutos y luego a las celdas”, dijo uno de los afectados. HRW señaló que los privados de libertad aseguraron que la celda en donde la secretaría Noem grabó un video para agradecer la colaboración del presidente Bukele con Estados Unidos para llevar a los “terroristas” al Cecot, no estaba en su módulo. Recomendaciones a los Estados El informe de Human Rights Watch y Cristosal exige al Gobierno de Estados Unidos que ponga fin a cualquier traslado o expulsión de nacionales de terceros países y otras personas a El Salvador, basándose en la evidencia de tortura y malos tratos en las prisiones salvadoreñas. Se insta a la administración a detener la expulsión o el traslado involuntario de personas a terceros países con los que no tengan vínculos reales ya revelar cualquier acuerdo con El Salvador relacionado con la detención de los migrantes. financiación a la policía, el ejército, el sistema penitenciario y la Fiscalía General de El Salvador hasta que se adopten medidas verificables de rendición de cuentas. Las organizaciones piden a EEUU a derogar la Ley de Enemigos Extranjeros y emiten un decreto que derogue la proclamación del 14 de marzo de 2025, la cual se invocó para deportar a migrantes a terceros países. Garantizar y ofrecer a los venezolanos deportados la oportunidad de regresar a Estados Unidos para continuar con sus solicitudes de asilo.Leer el informe completo aquí.
HRW: Venezolanos deportados a El Salvador fueron torturados en el Cecot
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