La temporada de pesca deportiva avanza en todo el país, y con ella se multiplican los controles para proteger los ambientes acuáticos y asegurar la sostenibilidad del recurso. Durante el último fin de semana, dos operativos de distinta escala —uno en Neuquén y otro en Misiones— expusieron nuevamente la dimensión del problema de la actividad furtiva y el rol cada vez más activo de los organismos de fiscalización. En el norte neuquino, personal de Guarda Fauna y la División Brigada Rural y Abigeato Zona Sur llevó adelante un amplio despliegue entre la tarde del jueves y la madrugada del viernes. Los patrullajes abarcaron rutas nacionales estratégicas (40, 234 y 237) y sectores de alta presión de pescadores deportivos: Bahía Valentina, Limay Chico, Embalse Alicurá, Malalhuaca, Estancia Chacabuco y el tramo Confluencia–Traful. El resultado fue contundente. Las autoridades secuestraron 40 truchas arcoíris, además de 15 equipos de pesca —cañas, reels y anzuelos— y 20 recipientes de cebo, todos elementos utilizados fuera de reglamento o en condiciones de infracción. En total, se confeccionaron más de 20 actas, en el marco de la normativa provincial que regula la pesca deportiva y protege la fauna ictícola. Desde el organismo destacaron que los operativos se intensificarán durante los fines de semana, cuando se incrementa la actividad en embalses y ríos de la zona cordillerana. Urugua-í: redes, espineles y controles Mientras tanto, en Misiones se desarrolló otro operativo relevante durante la veda total que rige en los ríos Paraná, Iguazú, Uruguay y sus afluentes. Guardaparques del Grupo GOS Zona Norte del Parque Provincial Urugua-í, junto a efectivos ambientales de la Policía provincial, realizaron recorridas preventivas en sectores clave del Lago Urugua-í. La tarea concluyó con cuatro actas de infracción y una de constatación, además del secuestro de una importante cantidad de artes de pesca prohibidos. El material incautado incluyó 15 reels, 13 redes que sumaban más de 250 metros, una tarrafa, una jaula mojarrera, cuatro espineles y otros elementos destinados a capturas furtivas. La veda, vigente hasta el 20 de diciembre para la mayoría de los cursos y hasta el 31 de enero en el río Uruguay, busca proteger el ciclo reproductivo de las especies. Durante este período solo se habilita la pesca de subsistencia, realizada desde la costa y con línea de mano, sin posibilidad de comercializar las capturas. Un problema persistente Los dos operativos, aunque distantes geográficamente, coinciden en una tendencia: el incremento de la pesca furtiva en plena temporada o veda, un fenómeno que compromete la calidad del recurso para quienes sí cumplen las normas. En ambientes tan presionados como Alicurá o Urugua-í, la fiscalización se vuelve una herramienta indispensable para sostener la pesca deportiva a largo plazo. Para los pescadores responsables, la presencia de controles es una garantía: protege tanto a las especies como a los escenarios donde se practica el deporte. Y recuerda, una vez más, que el respeto por las reglamentaciones es parte central de la ética del pescador deportivo. ¿Te apasiona la vida al aire libre, la aventura y la naturaleza? Recibí las mejores notas de Weekend directamente en tu correo. Suscribite gratis al newsletter
Controles en la Patagonia y el Litoral: dos operativos claves contra la pesca furtiva
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