Reconstruir la unidad. Para el dirigente del Movimiento por Venezuela (MPV), Andrés Caleca, aún es posible lograrlo aunque se confía preocupada por el giro que ha tomado la situación política venezolana, a partir del despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, al punto que, lamenta, el país parece solo dependiente de un gobierno extranjero para recuperar su democracia. Por un lado, subraya, la administración de Nicolás Maduro divina en una “dictadura, pura y dura”, a partir del denunciado fraude electoral del 28 de julio de 2024, sólo sostenida por la represión. Del otro lado, advierte, la oposición democrática sufre como consecuencia una desmovilización, pero también falta de unidad, para articular una nueva ruta para concretar el cambio político. la senda porque el chavismo, subrayó, es incapaz de gobernar. Caleca no desestima el apoyo internacional, pero considera que los ciudadanos, a través del liderazgo legítimo, deben protagonizar la toma de decisiones en la hoja de ruta para la transición democrática. Incertidumbre -¿Cómo ve la situación política en el contexto del despliegue militar de EEUU? -Si alguna palabra puede caracterizar la situación que estamos viviendo en Venezuela desde el punto de vista político es la palabra incertidumbre. La absoluta incertidumbre sobre lo que pueda pasar en el país. Todo está sujeto en este momento a esta presión gigantesca que ha desarrollado la administración del señor (Donald) Trump, bajo un principio de combate contra las drogas. Es una narrativa que hace aguas por todas partes, en el sentido de que una operación antidrogas no requiere una movilización, ni de este tipo, ni de esta magnitud. No es el Caribe la ruta fundamental del tráfico de drogas hacia los EEUU, ni en Venezuela transita ni se produce el fentanilo. Es una narrativa que realmente no se sostiene. La represión no cesa, la censura no cesa, el país está muy desmovilizado políticamente. Todo eso ha contribuido a un panorama que desde el punto de vista político, a mi juicio, es terrible. Salarios por el suelo, la salud abandonada totalmente, la educación en una crisis generada.Hay tantas opiniones como personas opinando, no sabemos por ninguna parte qué es lo que está ocurriendo. Lo que sí sabemos es el estado catastrófico que vive Venezuela, especialmente en el interior del país. Lo que sí preocupa es la incapacidad de la oposición de volver a generar una movilización nacional que ponga en jaque a la dictadura o por lo menos le ponga freno. -Al cumplirse tres meses del operativo de EEUU para combatir el narcotráfico en el Caribe, el presidente Donald Trump habla de posible negociación ¿Cree que las condiciones están dadas para ello? -No pareciera que María Corina Machado, Edmundo González y la oposición en general hayan sido consultados para una negociación o que estén diseñando o hayan diseñado y estén ejecutando una estrategia común. No se sabe, ni ellos lo han dicho y creo que ni que fuera verdad lo dirían. Pero lo que se oye desde el propio interior de los EEUU es que no hay una construcción conjunta con ningún sector de la oposición venezolana sobre lo que está ocurriendo. Tiene cierto sentido, porque si lo que está ocurriendo, según lo dicen las autoridades de los EEUU, es una operación antidrogas, bueno, la oposición venezolana no tiene por qué ser consultada sobre eso; pero si es una estrategia de carácter político, eso tampoco se ha afirmado, entonces sí debería. Algunos analistas dicen que todo esto es una jugada para presionar una negociación con Maduro y pareciera, por lo último que ha dicho Trump, que algo de eso puede ocurrir. Pero los venezolanos no estamos en ella. Es una negociación entre la dictadura y el gobierno de los EEUU y nosotros, los venezolanos, pintados en la pared o como mirones de palo, viendo esto, a ver qué es lo que se le ocurre al señor Trump y al señor Maduro. Si hubiera una negociación, la oposición venezolana, hasta ahora, no está en ella. Los sectores venezolanos distintos a la dictadura, que son, por supuesto, la mayoría de este país, no están en el panorama de una negociación como para comenzar a diseñar una transición hacia la democracia, que es lo que las fuerzas opositoras venezolanas queremos. Esa fuerza opositora, representada principalmente por Edmundo González Urrutia que es el presidente que elegimos los venezolanos el 28 de julio del año pasado. Nación desmovilizada-¿Qué espera que ocurra? -No sabemos qué va a pasar, si algo caracteriza esta situación, repito, es una incertidumbre total en medio de la consolidación de una dictadura feroz e incapaz de gobernar a Venezuela y que no cree en ningún camino que no sea la represión. Eso es lo que estamos viviendo. En ese sentido, estoy muy preocupado por esta situación de Venezuela. Lo que sí sabemos nosotros, que no somos un partido grande, pero estamos en todo el país, es que lo que se respira por debajo de esta superficie es un verdadero lamento de la población por la situación terrible que se está viviendo, particularmente en el interior del país, con agudización de la crisis, de los servicios públicos en todos los niveles, pero además con la inflación mordiendo el estómago y la salud de todos los venezolanos. Es una situación que nos empieza a recordar lo que ya pasó en el año 2017 y 2018 y en los momentos de pandemia. No hemos llegado allí todavía, por supuesto, pero pareciera que vamos allá a todo trapo y un gobierno que no da ninguna respuesta que no sea la represión feroz. Lo que uno observa es que la Plataforma Unitaria, que fue el centro de la unidad que dirigió a la primaria, todo ese movimiento gigantesco de esperanza y movilización popular, la elección de María Colina Machado, después la elección y la victoria electoral gigantesca del 28 de julio, todo eso se paralizó y sigue paralizado. Eso es lo que podemos decir nosotros a ciencia cierta, todo lo demás es especular. Tenemos una nación desmovilizada, indefensa frente a una dictadura.-¿Si el objetivo de Washington es un cambio de régimen en Venezuela, lo considera una estrategia errada? No, no digo que sea una estrategia errada, hay que esperar a ver si esa estrategia funciona o no; pero es una estrategia donde nosotros no estamos presentes, me refiero a la oposición venezolana. Es una estrategia en todo caso de la administración de los EEUU y, sea cual sea, la están desarrollando en un círculo muy estrecho. Cuando una ve las críticas y las opiniones de muchos parlamentarios de EEUU, una de las grandes quejas es que no han sido informados de lo que efectivamente se busca con este tema. Lo que se ha dicho formalmente es que se trata de una operación antidrogas y lo único que ha ido más allá de eso es que Trump habla de una eventual negociación con Maduro, ahora, ¿esa negociación qué es? ¿Es para un cambio de régimen? ¿No es para un cambio de régimen? ¿Es una negociación que tiene que ver con las drogas? Nadie lo sabe. Y, ¿cómo puedes evaluar una estrategia que no sabes cuál es y de la cual no somos partes? No tiene mucho sentido especular sobre eso, que es lo que ha ocurrido, un gentío especulando sobre la materia. Pérdida de soberanía -Brasil y México se han ofrecido a mediar para desescalar las tensiones militares entre EEUU y Venezuela. El presidente de Colombia propone que se repitan las elecciones presidenciales. ¿Cómo evalúan estas propuestas? Claudia Sheinbaum (México), Lula (Brasil), Petro, todos ofreciéndose para hablar con Trump, ¿y los venezolanos? Nosotros no tenemos una vela en el entierro. Petro lo planteó en su momento (repetir elecciones) sin hablar con nadie por aquí. Se le ocurrió a él, pero qué maravilla, ¿y tú has hablado con nosotros, con la oposición venezolana? ¿Con los que representan a esos siete millones de votos de este país? ¿Has hablado con María Corina, a ver si esa es una salida que satisface a la oposición venezolana? La pérdida de soberanía del país es realmente asombrosa y lamentable. Es una pérdida de soberanía en Venezuela, que es culpa principalmente del régimen chavista y no desde ahora, desde la época de Chávez, cuando se encargó de convertir a Venezuela en aliado de todas las fuerzas antidemocráticas del planeta,–¿Cómo percibe al chavismo más allá del aparato represivo? ¿Es tan fuerte y organizado como quiere mostrar? El chavismo, como se demostró el 28 de julio, perdió toda su base social de apoyo. El chavismo perdió las elecciones de punta a punta en Venezuela, el mapa se tiñó de azul, salvo muy pequeñas localidades. Toda la base política del chavismo quedó reducida a ese 20% de votos que se ha publicado, la base social, la estructura de su apoyo desde el punto de vista geográfica, cambió de color en cualquier barrio de cualquier zona del país, en las zonas rurales, en los llanos venezolanos. Hasta en los cuarteles perdieron las elecciones el chavismo. La verdad es que el chavismo hoy en día es un movimiento que no tiene ni soporte político, ni legitimidad y ni siquiera tiene moral para ejercer el poder. Lo ejerce solamente a través de la represión. Por supuesto, tratan de sobrevivir y usan todos los recursos del Estado. Todos abandonan cualquier gestión en función del desarrollo nacional y todo concentrado nada más en la supervivencia y el mantenimiento en el poder.Ellos también juegan en el tablero. Tratan de recuperarse por todos los medios, no parece que puedan recuperarse, más allá, por supuesto, de que ejercen la represión a todo trapo, pero no mueven a nadie. La maquinaria chavista se convirtió solamente en una maquinaria represiva y clientelar alrededor de las muy escasas dádivas que el gobierno reparte, porque ya no han sido capaces ni siquiera de mantener una estructura clientelar de largo alcance, sino cada vez más empobrecidas. -Van a una cuarta consulta popular este 23 de noviembre…Yo no sé qué va a pasar en esa consulta el domingo, nadie sabe porque mañana el CNE dice cualquier cosa. Ya la Constitución, ahora sí es verdad que no existe para nada, ni la Constitución, ni el ordenamiento público venezolano, ni las instituciones. Es una especie de empate catastrófico (con la oposición), un empate en la catástrofe, que lo está sufriendo principalmente el horrible de la población venezolana. ¿El camino por la democracia entonces? Hay que recuperar la confianza en la posibilidad que tienen las fuerzas opositoras venezolanas y el país en derrotar a la dictadura. Ya lo hicimos, lo podemos volver a hacer. Hay que reconstruir la unidad. Muchos dicen, bueno, pero ¿cuál es la unidad si esos partidos desaparecieron? Dicen que María Corina tiene 90% u 80% de apoyo, no sé si tendrá eso realmente, pero sí es la líder fundamental y están los partidos de oposición que siguen creyendo en la democracia. Pero la unidad es mucho más que la suma de sus partes, es un bien político de amplísima eficacia. Cuando el país ve a toda la oposición unida en una estrategia acordada en los pasos a seguir, la respalda inmediatamente. Es capaz de asumir todos los riesgos para tratar de salir de la situación. La dirección política tiene que retomar su papel de altura, que ha cumplido en otras oportunidades con mucho éxito, confiar en sus propias fuerzas porque las dictaduras no son eternas, porque esta gente es incapaz de gobernar. Porque en última instancia, como decía Juan Pablo II, una frase que conmocionó tanto a la gente: Por más poderoso que parece un dictador, no es sino un hombre y un gran movimiento social y político que se disponga a derrotar al régimen es imparable frente a él, las bayonetas no sirven para nada. Eso es lo que hay que construir. Ese es el camino.-¿Sin apoyo internacional? Si ese camino va acompañado de solidaridad de las fuerzas democráticas del mundo, como ha ocurrido hasta ahora muchas veces, lo agradecemos, lo necesitamos, pero es principalmente una tarea de nosotros. Hay que hacerlo y ya está atrasado. Se ha intentado por todas las vías legales, pacíficas, constitucionales y el gobierno respondió de esta manera como respondió, implantando una dictadura pura y dura. ¿Cómo enfrentarse a una dictadura de esta naturaleza? ¿Cómo avanzar? Es el gran reto de la oposición venezolana. Este golpe de Estado contra la nación (28 de julio) debió haber sido respondido con la mayor unidad posible del país, no ocurrió eso al final. Lo que está ocurriendo es la desmovilización, la falta de comunicación entre los factores que hicieron posible el triunfo. Hoy está la oposición venezolana en una posición de minimalidad mucho mayor que el 27 de julio del año pasado, que estábamos triunfantes y el país movilizado y absolutamente convencido del cambio político en Venezuela. Obvio que se produce esa resignación, ese lamento, desesperanza y eso hay que atajarlo. Y no creo que el señor Trump pueda hacer nada con eso, ni que quiera, porque es un tema venezolano y de los venezolanos. Es una tarea nuestra.-¿Cuál es la situación a lo interno del MPV? ¿Cómo han adaptado el trabajo al contexto de represión? -En este contexto tenemos que estar muy claros cuáles son nuestras debilidades y nuestras limitaciones y en eso estamos trabajando. ¿Cómo nosotros, desde el MPV, contribuimos, en primer lugar, a recuperar las relaciones al interior de la propia oposición? Relaciones que se han congelado a partir del 28 de julio. La Plataforma Unitaria prácticamente se desactiva, más allá de dos o tres comunicados que han sacado. A partir del golpe de estado del 28 de julio, lo que ocurrió fue una desmovilización e incomunicación total de los factores que integramos a la oposición venezolana, hasta el sol de hoy. En el MPV hemos hecho lo posible por mantener nuestras estructuras comunicadas y fuera de la cárcel. Lo hemos podido lograr en algunos casos, en otros no. Estamos trabajando seriamente en tratar de restablecer, no sólo a nivel nacional, sino en cada una de las zonas del país, las relaciones con los distintos sectores de la oposición y de la sociedad en su conjunto, con mucho cuidado, sin caer en provocaciones, conociendo nuestras limitaciones y buscando la más amplia unidad posible para la reconstrucción y reconstitución del movimiento opositor.



