A las 11:25 de la noche del martes, el silencio habitual del barrio El Edén, en el suroccidente de Barranquilla, fue interrumpido por un estruendo sordo que nadie escuchó. En la carrera 27 con calle 84, bien cerca de la Urbanización Kalamary y frente a un estanco, un vehículo Nissan Versa gris, placas KJM-023, colisionó contra otro carro estacionado. Al principio, parecía un accidente menor. Pero cuando los vecinos se acercaron, la escena reveló una tragedia en la que el conductor estaba muerto, acribillado a tiros. LEA TAMBIÉN El cuerpo sin vida era el del abogado penalista Jhon Osvaldo Iriarte López, de 40 años. Su rostro, aún reconocible pese a los tres impactos de bala en la cabeza, yacía entre el asiento del piloto y el copiloto. Recibió siete disparos en total: tres en la cabeza, dos en el cuello y uno en el hombro. No hubo gritos, ni carreras, ni testigos que pudieran precisar cómo ocurrió el ataque. Solo el choque llamó la atención, pero una vez se vio el cuerpo las dudas surgieron y con ellas una pregunta que aún retumba: ¿Quién lo mató? Imágenes de los disparos plasmados en el parabrisas. Foto:Redes socialesLas hipótesis iniciales son tan inquietantes como el crimen mismo. Algunos vecinos aseguran que no escucharon disparos, lo que ha llevado a pensar que los sicarios usaron silenciador. Otros creen que los atacantes podrían haber estado dentro del mismo vehículo. Sin embargo, a unos 80 metros del lugar del choque, los peritos del CTI de la Fiscalía encontraron ocho vainillas calibre 9 mm, lo que sugiere que el ataque se dio desde el exterior, posiblemente por dos hombres en motocicleta. La investigación, liderada por el Grupo Vida del CTI, apunta a un posible ajuste de cuentas. Iriarte era defensor de miembros del grupo delincuencial organizado Los Pepes, liderado por Digno Palomino, y también había representado a personas vinculadas a Los Costeños. Aunque no tenía antecedentes judiciales, su cercanía con estructuras criminales parece que lo ponía en una línea de fuego invisible. Los familiares del abogado contaron que era aficionado a las peleas de gallos y solía visitar estos escenarios en compañía de amigos. Esa noche, sin embargo, todo indica que simplemente se dirigió a su vivienda en el barrio Ciudad Modesto. Nunca llegó. En algún punto del trayecto, en cercanía de donde se chocó, sus verdugos lo interceptaron y lo ejecutaron con varios disparos precisos que lo asesinaron en el mismo lugar de los hechos. Este era el carro en el que se movilizó la víctima. Foto:Redes socialesLa Policía Metropolitana de Barranquilla y la Fiscalía avanzan en las investigaciones, con análisis y en búsqueda de cámaras de seguridad cercanas que permitan reconstruir el crimen. Mientras tanto, el barrio El Edén guarda silencio. El mismo silencio que envolvió el crimen y ahora pesa sobre una ciudad que despertó con la noticia de un asesinato sin testigos, sin ruido, y, hasta ahora, sin respuestas. Los Pepes: una sombra que se extiende por Barranquilla En el mapa criminal de Barranquilla, el nombre de “Los Pepes” resuena con fuerza y temor. Esta organización delincuencial, liderada por Digno Palomino, ha tejido una red de poder que se extiende por barrios populares como Ciudadela 20 de Julio, Santo Domingo, Santa María y Los Girasoles, donde imponen su ley a través de extorsiones, homicidios selectivos y panfletos intimidatorios. Jhon Osvaldo Iriarte López tenía 40 años. Foto:Redes socialesSu influencia no solo se limita al control territorial. Tras la caída de otras estructuras como “Los Vega Daza”, “Los Pepes” se movieron con rapidez para ocupar los espacios vacíos, desatando una guerra silenciosa con otras bandas como “Los Costeños” —liderada por alias Castor— y otras subestructuras derivadas de la misma. Estas disputas han convertido a Barranquilla en un tablero de ajedrez criminal, donde cada movimiento implica sangre y poder. LEA TAMBIÉN No obstante, el poder de “Los Pepes” no solo se mide en dinero o armas: su capacidad para infiltrar sectores sociales, intimidar comerciantes y operar con impunidad ha hecho que abogados como Jhon Osvaldo Iriarte López, vinculado a trabajar judicialmente para miembros de esta organización, sean claves piezas —y vulnerables— dentro de esta maquinaria delictiva. También te podría interesar: Recta final para juicio contra Nicolás Petro Foto:
Barranquilla | Asesinan de siete disparos a abogado dentro de su propio vehículo: investigaciones señalan posibles vínculos con estructuras criminales
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