El viajero argentino tiene una afinidad histórica con Colombia, siendo Cartagena, Medellín y Bogotá destinos habituales. Sin embargo, el país cafetero está desplegando una nueva y profunda oferta que va más allá de sus playas y capitales, invitando a una inmersión en el realismo mágico y la sostenibilidad. Luis Fernando Fuentes Ibarra, director comercial de ProColombia, detalla las nuevas experiencias, con un énfasis especial en lo relacionado con García Márquez y una novedosa campaña que usa a los animales como embajadores turísticos.
La gran novedad en su oferta cultural y turística es la Ruta Macondo, un recorrido que conecta la narrativa de Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad, con el patrimonio tangible e intangible de la Costa Caribe. Fuentes Ibarra explica que este viaje es un “puente entre la narrativa literaria y la valoración de ese patrimonio cultural”.
El recorrido atraviesa los lugares que moldearon la obra de Gabo:
Aracataca (Magdalena): el pueblo natal de García Márquez. Aquí se puede visitar el museo y centro cultural donde estaba su casa, y la estación del ferrocarril, mencionada al inicio de su obra cumbre. Ciudades de influencia: la ruta se extiende a Barranquilla y Santa Marta (claves para su formación intelectual) y Valledupar (Cesar), cuna del vallenato, esa “expresión musical más sentida y más colombiana”. García Márquez llegó a decir que Cien Años de Soledad era una “larga canción vallenata”, reflejando toda la idiosincrasia de la región. Se trata de un circuito es sencillo de acceder porque con las 41 frecuencias semanales que llegan desde Buenos Aires (vía Bogotá), el viajero puede volar a Cartagena y recorrerlo en auto yendo hacia Barranquilla, luego Santa Marta y Aracataca. La infraestructura hotelera es variada, incluyendo opciones que permiten disfrutar de la “sencillez y la calidez del colombiano -asegura el director-. Es una especie de circuito virtuoso -describe- pasar de las playas de arenas blancas de Santa Marta, que están al lado de la montaña más alta, la Sierra Nevada, y el Parque Natural Tayrona, a la cultura viva de Barranquilla con su carnaval”.
Además del eje cultural, el gran compromiso de Colombia es el turismo sostenible. El país es uno de los 12 en el mundo que cuenta con una política nacional al respecto, buscando involucrar a las comunidades, y preservar la flora y fauna sin afectar las fuentes hídricas. Esta promesa se materializó con la campaña Human Animals (ganadora de un León de Oro en Cannes) que partió de una curiosa paradoja: es el cuarto país del mundo que más animales recibe en etapa migratoria, pero apenas es N° 50 en recepción de turistas humanos. “Los animales saben algo que los humanos no”, reflexiona el director.
Luis Fernando Fuentes Ibarra.
La campaña utiliza el seguimiento satelital de cientos de especies para enviar mensajes en su “voz” a más de 20 países, invitando a visitarlos y a ayudar a preservar su hábitat. Esto potencia el avistaje de aves y ballenas y el nado con tortugas marinas. La sostenibilidad se lleva a la práctica con reglas muy estrictas en los destinos naturales. En la zona de La Macarena, donde se encuentra el impresionante Río de los Siete Colores (Caño Cristales) por ejemplo, la conciencia del turista es puesta a prueba. El río adquiere sus vibrantes tonos gracias a una planta que florece bajo el agua. Para proteger este ecosistema, los visitantes pasan por una capacitación previa donde se les prohíbe:
Usar repelente ni protector solar para proteger al ecosistema. En su lugar, se recomienda usar ropa que cubra el cuerpo, como camisetas de manga larga y pantalones largos. Llevar botellas de plástico o bolsas. Introducir cualquier tipo de dulce o desecho. “Los turistas tienen mucha conciencia y nunca encuentras desechos. Es una forma de preservar”, concluye Fuentes Ibarra.




