La lisa es un pez de origen marino, pero posee la particularidad de internarse en aguas dulces y permanecer allí largos períodos. En territorio bonaerense es una de las grandes atracciones del tiempo estival, ubicándose en ríos, arroyos, canales, bañados y lagunas, ambientes que le permiten alcanzar portes realmente notables. Su principal vía de ingreso es el río Salado, aunque también coloniza los canales 1, 2, 9 y 15, y cursos más australes como el Quequén Grande (Necochea), el Salado cerca de Oriente y el Sauce Grande (Monte Hermoso), siendo la albufera de Mar Chiquita uno de los sitios más visitados.
Una prueba de paciencia La lisa es imprevisible. Puede provocar berrinches épicos en pescadores experimentados: pique imperceptible, cambios de comportamiento repentinos y largos períodos de espera. Quien la busca debe estar dispuesto a soportar soles implacables, tábanos insistentes, barro espeso con olores penetrantes, posibles sanguijuelas… y, sobre todo, mantener la inmovilidad durante horas. Prefiere aguas tibias, pero si la temperatura sube demasiado se desplaza hacia zonas más profundas. Esto obliga al pescador a internarse en barriales pesados para seguirla. En la cuenca del Salado, por ejemplo, puede encontrarse en sectores bajos con algo de pasto, de apenas 20 a 30 cm de profundidad, aunque si el nivel baja demasiado, los abandona.
Precisión técnica El equipo recomendado es similar al de pejerrey, aunque con caña de 4 metros reforzada. Se utiliza un reel mediano con nylon o multifilamento, a gusto del pescador. La línea más común es la de flote anclada, con una boya mandale cargada con al menos un metro de nylon y un plomo de 20 g. Se arman tres a cinco boyas de 18 a 20 mm, con bajadas de 10 a 25 cm. Madre: 0,50 mm. Brazoladas: 0,40 mm. Anzuelos: 92553 o equivalentes japoneses. Otra alternativa muy efectiva en canales como el 9 es la línea aérea, con una boya esférica de 40 mm y cinco brazoladas cortas (10 a 15 cm).
La carnada estrella es la lombriz, aunque en temporada los descarnadores pueden arrasar. En esos casos rinden muy bien la panza de lisa, corazón vacuno y otras carnes teñidas de rojo. También resultan efectivas alternativas, aunque poco usadas por la mayoría, vegetales como pencas de acelga coloradas o daditos de remolacha. La clave está en detectar el momento exacto en que toma la carnada, una señal muchas veces imperceptible, sobre todo en ejemplares grandes. La pelea exige atención, freno bien regulado y evitar apurarse: un tirón precipitado puede significar el corte.
Lugares que ya rinden La lisa ya se hace sentir en varios ámbitos bonaerenses. Uno de los sitios que pica en punta es Canal 9, con capturas que se han registrado hacía la ruta 11, en clásicos pesqueros conocidos por los lugareños como la plantación, el monte de los corderos o las mismas inmediaciones al basural, cerca de Dolores. También hay rindes aguas arriba, al oeste, como yendo hacía el famoso Puente 80. En el arroyo Camarón, tanto por el puente Solanas Agüero o por El Cacique se han dado extracciones, y obviamente, en uno de los destinos clásicos para el lisero, el Salado, hoy con mejor resultado hacía Roque Pérez. Canales 1 y 2 (cercanías de la 11), otros sitios con rindes aceptables y una vez que se estabilice el agua, el arroyo Las Flores, por el pescadero Yorio dará esas clásicas lisas de excelente talla. En Mar Chiquita, icónico sitio que da de las grandes, también dio las primeras en manos de Julio y Manuel Giuliani, de los guías que frecuentan la zona. Un dato a tener en cuenta es que, esta temporada, el agua está en exceso como hace años no se daba. La especie debería remontar y, de mantenerse los niveles, podría ser un gran año y remontar muy bien por los canales. Entre esos ámbitos con excesos, uno que empezó a dar lisones importantes fue Indio Muerto, un destacado punto aledaño a Saladillo.
Mañosas y esquivas, las lisas ya comenzaron a picar en lagunas, canales, ríos y arroyos bonaerenses. Su presencia es un imán para miles de aficionados que recorren caminos rurales levantando polvaredas, en busca de una de las capturas más desafiantes y emocionantes de la pesca deportiva argentina.




