Escapada a Glew para descubrir el legado de Raúl Soldi

Glew, una localidad apacible en el sur del Gran Buenos Aires, es mucho más que un pueblo. A 30 km de la Capital Federal, es un santuario de arte que guarda la huella de dos grandes maestros: el pintor Raúl Soldi y el ceramista Cosme Manigrasso. La amistad entre estos dos artistas no sólo transformó el paisaje cultural de la ciudad sino que dio lugar a un circuito turístico inigualable que invita a una inmersión profunda en la historia artística argentina. El punto de partida de este recorrido es la Iglesia Santa Ana. Lo que parece un templo sencillo de 1905 es, en realidad, el lienzo monumental donde Raúl Soldi invirtió 23 veranos de su vida (desde 1953 hasta 1976) para pintar una serie de frescos invaluables. El encontraba su mayor inspiración lejos del bullicio de la ciudad y descubrió la iglesia por casualidad. Sintió que las arcadas de sus paredes blancas estaban “preparadas” para ser pintadas. Tras obtener las autorizaciones correspondientes, comenzó a plasmar la vida de Santa Ana como si hubiera ocurrido en la propia Glew. La mayoría de las obras son frescos, pintados sobre el revoque húmedo con una técnica exigente que no admite errores. “Soldi venía durante los veranos, a menudo sin comodidades modernas como luz eléctrica, asistido por el padre Jerónimo, quien se encargaba de la preparación física de la pared”, cuenta la encantadora guía Mónica. El artista no dudó en incluir elementos del entorno, como las gallinas que se colaban en el templo y que quedaron inmortalizadas entre las escenas bíblicas, o incluso la presencia de un carpincho en el fresco de la Natividad, junto con la piedra nacional, la rodocrosita, sugiriendo que el nacimiento de Jesús ocurrió en la Argentina. Vale la pena recordar que el gran Raúl también fue escenógrafo teatral y televisivo en La Botica del Angel que conducía Eduardo Bergara Leumann. Un detalle fascinante es la transformación de la iglesia en una sinagoga para representar la boda de María y José en un fresco, eliminando elementos católicos tradicionales como la cruz y las campanas. La Iglesia Santa Ana no es un museo; es un templo vivo. Se siguen celebrando misas, bautismos y bodas, lo que permite al visitante experimentar el arte en un contexto de uso cotidiano. La amistad en arcilla y óleo: museos hermanos A poca distancia de la iglesia, el recorrido continúa en dos espacios dedicados a la conservación de la obra de los amigos de Glew: el Museo Soldi y la Casa Museo Manigrasso. La segunda es una casona que fue la residencia del ceramista italiano Cosme Manigrasso (1925-2003) antes de convertirse en museo. La historia del edificio se remonta a ser la primera escuela de Glew, lo que ya le otorga un valor histórico invaluable. El orfebre es reconocido como un ceramista único en Latinoamérica, especialmente por su precisión en el torno. Su obra expuesta es un testimonio de la técnica y la tradición europeas. Especializado en cerámica toscana, toda  su obra está hecha a mano en arcilla traída desde San Julián y presenta motivos de la mitología griega, egipcia y romana, según cuenta la guía Analía. Si bien es famoso por su cerámica, el museo exhibe también sus pinturas al óleo, un arte que, en su momento, fue eclipsado por el renombre de su amigo Raúl Soldi. En el museo se puede apreciar un cuadro que Manigrasso pintó de la propia casona y otro regalado por Soldi en agradecimiento por su amistad, sellando el vínculo artístico entre ambos. Ultima parada: Museo Soldi El museo dedicado a Raúl Soldi (1905-1994), que pertenece a la Fundación Soldi, es el espacio ideal para completar la visión sobre la vida y obra del pintor, pues exhibe sus lienzos (60 obras originales) y objetos personales. Reconocido internacionalmente, el artista dejó un legado que es más valorado fuera que dentro de la Argentina. Visitar este espacio permite apreciar sus obras más allá de los frescos de Santa Ana y entender su profunda conexión con la localidad, donde decidió pasar gran parte de su tiempo creativo. La visita es guiada por Patricia, nacida en Glew como las otras presentadoras de los espacios. Las tres se enorgullecen de las propuestas que comparten en esta tranquila localidad ubicada junto al Ferrocarril Roca. Además en el último sitio se comparte un video hecho por Diego Soldi en el cine teatro del Museo y se pueden adquirir catálogos de las obras de este gran artista que pasó por varios períodos estéticos, los que se pueden descubrir en las innumerables obras que se exhiben. Incluso hay una réplica de la cúpula del Teatro Colón que pintó este gran artista.  Al recorrer la iglesia y los museos se percibe la sencillez y el magnetismo que este pueblo ejerció sobre los artistas, y se comprende por qué Soldi eligió un lugar sin lujos para crear una obra de reconocimiento mundial. La experiencia turística en Glew es una invitación a la reflexión sobre el arte, la fe, la amistad y el valor de las tradiciones que persisten en la Argentina rural. Información útil para la visita Iglesia Santa Ana de Glew: Raúl Soldi 276, para acceder se recomienda contactar previamente a la secretaría parroquial para coordinar visitas guiadas o conocer los horarios en los que la iglesia está abierta al público. Tel.:  (02224) 43-3992. Museo Soldi: abre sábados y domingos de 11 a 17, Tel.: (02224) 420121. Casa Museo Manigrasso: Alberdi 356 (entre Guiraldez y Alem ), Tel.: (011) 6359-4677 y +54 9 11 6359-4677. Mail: [email protected] ¿Te apasiona la vida al aire libre, la aventura y la naturaleza? Recibí las mejores notas de Weekend directamente en tu correo. Suscribite gratis al newsletter.