El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en línea parte de su capital de “Estados Unidos primero” al dar luz verde a un paquete de rescate multimillonario para Argentina – o más específicamente, para el presidente Javier Milei.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó el jueves que Washington había comprado pesos argentinos y finalizado un programa de apoyo económico de 20.000 millones de dólares para ayudar a apuntalar las tambaleantes finanzas del país y calmar los turbulentos mercados cambiarios.
Milei, un aliado cercano de Trump, rápidamente agradeció al líder estadounidense por su “visión y poderoso liderazgo”.
“Juntos, como aliados cercanos, construiremos un hemisferio de libertad económica y prosperidad”, dijo el líder de La Libertad Avanza, saludando el anuncio de Bessent.
Con las reservas de Argentina desesperadamente agotadas, se espera que el anuncio de Bessent calme las dudas del mercado antes de las elecciones de mitad de período de este mes.
Recientemente, el Banco Central de Argentina se vio obligado a vender más de mil millones de dólares en tres días para apuntalar el peso, aunque se abstuvo de intervenir el jueves, tal vez anticipando el anuncio de Estados Unidos.
Milei había estado luchando con las turbulencias del mercado después de una derrota en las elecciones regionales en la provincia de Buenos Aires que fueron vistas como un referente para las próximas elecciones nacionales.
“Argentina enfrenta un momento de aguda iliquidez”, escribió Bessent en las redes sociales el jueves, afirmando que Washington estaba bien posicionado para actuar rápidamente.
“Para eso hoy compramos directamente pesos argentinos”, dijo el titular del Tesoro. “Además, hemos finalizado un marco de intercambio de divisas por valor de 20.000 millones de dólares con el banco central de Argentina”.
Bessent destacó que el Tesoro de Estados Unidos está “preparado, de inmediato, para tomar cualquier medida excepcional que esté justificada para brindar estabilidad a los mercados”.
Es la tercera vez que el funcionario hace un comentario de este tipo en los últimos dos meses.
Los comentarios de Bessent sobre X se produjeron después de cuatro días de reuniones con el Ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, en Washington.
Trump y Milei se reunirán en la Casa Blanca la próxima semana, el 14 de octubre, para una reunión de alto perfil.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos dijo que planea volver a ver a Caputo la próxima semana al margen de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington.
El FMI tiene un papel en este paquete de ayuda financiera, que Bessent aseguró la semana pasada que no era “un rescate”.
“El ministro Caputo me informó de su estrecha coordinación con el FMI sobre los compromisos de Argentina en el marco de su programa bilateral”, recordó Bessent.
Argentina ya tiene una línea de crédito de 20.000 millones de dólares con el Fondo, acordada en abril. En 2018, asumió un programa de 57.000 millones de dólares bajo la administración del expresidente Mauricio Macri, de los cuales recibió 44.500 millones de dólares.
Bloomberg estima que la deuda total de Argentina con el Fondo asciende a alrededor de 55 millones de dólares.
‘Importancia sistémica’
La promesa de la administración de Donald Trump de apoyar a Argentina ha enfrentado críticas, y varios legisladores demócratas pidieron a Trump el mes pasado que detuviera su plan.
En una carta, señalaron la reciente decisión de Argentina de suspender temporalmente los aranceles a la exportación de soja, una medida que, según dijeron, socavaba a los agricultores estadounidenses –que ya enfrentan múltiples desafíos– en el mercado global.
Bessent ha defendido previamente los planes. Le dijo a CNBC a principios de octubre que “en cuanto a lo que está haciendo Estados Unidos, para que quede claro, les estamos dando una línea de intercambio. No estamos poniendo dinero en Argentina”.
El funcionario estadounidense dijo el jueves que “el éxito de la agenda de reformas de Argentina también es de importancia sistémica”.
Dijo que “una Argentina fuerte y estable que ayude a anclar un hemisferio occidental próspero es de interés estratégico para Estados Unidos”, argumentando que su éxito debería ser una prioridad bipartidista.
A principios de mes, Bessent dijo a CNBC que muchos gobiernos de América del Sur “pasaron de la extrema izquierda al centroderecha. No los apoyamos y luego dieron un fuerte bandazo hacia la izquierda”.
En ese momento, llamó a Argentina un “faro” y agregó que otros países podrían seguir su ejemplo.
Bessent describió un panorama económico optimista para su aliado del Cono Sur, a pesar de la presión que sufren la deuda y la moneda nacional de Argentina desde hace semanas.
“Las políticas de Argentina, cuando están ancladas en la disciplina fiscal, son sólidas. Su banda cambiaria sigue siendo adecuada”, dijo en su mensaje.
Bessent dijo durante sus conversaciones con Caputo que lo tranquilizaba el “enfoque en lograr una libertad económica fiscalmente sólida para el pueblo de Argentina a través de impuestos más bajos, mayor inversión, creación de empleo en el sector privado y asociación con aliados”.
“A medida que Argentina levante el peso muerto del Estado y deje de gastar para aumentar la inflación, grandes cosas son posibles”, añadió.
– TIMES/AFP/NA
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