Los argentinos se preguntan “con qué propósito y por cuánto tiempo” deben tolerar el plan de austeridad del presidente Javier Milei, dice un destacado economista y experto en tendencias sociales y de consumo.
Guillermo Oliveto, hablando en vísperas de las elecciones legislativas de mitad de período del domingo, argumentó que el ajuste fiscal que Milei lanzó hace casi dos años ha profundizado la fragmentación social en Argentina, dando como resultado una “sociedad dual” en la que alrededor del 30 por ciento vive cómodamente, mientras que el 70 por ciento lucha.
Oliveto, el autor de Clase media argentina: entre el mito, la realidad y la esperanza (“La clase media argentina: entre el mito, la realidad y la esperanza”) dice que el gobierno necesitará aplicar una serie de “reinicios” si desea revertir el sentimiento social, que inicialmente fue benévolo, pero ahora es cada vez más impaciente.
A continuación, sus principales reflexiones:
Dos años con Milei “Milei es un caso absolutamente inédito: los argentinos odian la austeridad. Les gusta vivir bien. El hecho de que votaran por un señor que venía blandiendo una motosierra demuestra que habían llegado a un punto de asfixia con el modelo anterior”.
“Dijeron: ‘Voté por esto porque entiendo que me permitirá recuperarme de un proceso que se había vuelto asfixiante’, incluso si eso significa caminar por el desierto por un tiempo. Eso le dio a Milei una especie de bonus track: una dosis extra de tolerancia”.
“Por eso pudo implementar un ajuste extremadamente duro, con una caída del consumo diario sólo comparable a la de 2002, la peor crisis de la historia de Argentina”.
Impacto social “La caída de la inflación y, hasta hace poco, la estabilidad del dólar son logros valorados por una gran parte de la sociedad”.
“Hubo incluso una especie de ‘boom’ del consumo entre las clases media alta y alta -alrededor del 30 por ciento de la población- con un aumento de las ventas de automóviles, propiedades y viajes al extranjero”.
“Pero nuestros estudios también muestran que el 70 por ciento restante, compuesto por las clases media baja y trabajadora, se ha quedado sin dinero el día 15 del mes, ni siquiera el día 20. ‘Pago mis deudas y mis gastos fijos, y luego me quedo sin dinero'”.
“La sociedad que se forma bajo esta estructura fragmentada es dual. ¿Y qué produce una sociedad dual? Un consumo dual. Esto ha profundizado un proceso que ya lleva años en marcha”.
Estado de ánimo público
“Ahora estamos empezando a escuchar a mucha gente decir: ‘Lo que se movía lentamente ahora parece interminable’. Y dicen: ‘Está bien, aguanté la motosierra, tuve una paciencia sin precedentes: seis meses, un año, hasta 2024. Pero en 2025 me gustaría ver algún tipo de oasis’”.
“Pero no ven ninguno. Lo que solía ser un estado de ánimo estoico, de prudencia y moderación, ahora se ha vuelto sacrificial”.
Paciencia “Cuando alguien de tu círculo más cercano pierde su trabajo, la paciencia se acaba. En una situación de caída del poder adquisitivo, si todavía tienes una fuente de ingresos, puedes más o menos hacer frente a la situación. Pero si la pierdes, estás fuera del juego”.
“Se han perdido más de 200.000 puestos de trabajo. La sociedad toleró un ajuste muy duro y Milei gozó del 60 por ciento de aprobación. Hoy esa cifra ya no es el 60 por ciento, es el 38 por ciento”.
Impacto electoral “El gobierno subestimó el efecto que tiene la economía real en la vida cotidiana, en el estado de ánimo social y, por tanto, en el estado de ánimo electoral. Reducir la inflación era una condición necesaria, pero no es suficiente”.
“Hoy en día, las principales preocupaciones giran en torno al empleo, los bajos salarios y el dinero que no llega lo suficiente. La gente dice: ‘No estoy viviendo mejor; no puedo permitirme ni un capricho'”.
“Entonces preguntan: ‘¿Cuál es el objetivo del ajuste? ¿Cuánto durará? Dame una noche de cine, un McDonald’s con los niños, una semana de vacaciones, algo que me permita seguir apoyándote'”.
“Subestimar las complejidades del tejido social y productivo de Argentina volverá en su contra, y eso es exactamente lo que acaba de suceder en la provincia de Buenos Aires. [where Milei’s party lost local elections by 14 points on September 7].”
“Esa fue una señal demasiado clara como para ignorarla. Aquí se necesitan varios reinicios, conceptuales y prácticos. Más allá de la retórica, en el centro de todo esto se encuentra la economía cotidiana”.
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Por Philippe Bernes-Lasserre, AFP




