El embajador Ömür Budak celebró por todo lo alto el 102º aniversario de la República de Türkiye con una recepción en la residencia de su embajada en Palermo el pasado miércoles con unos 500 invitados, entre ellos el presidente del Congreso Martín Menem (cuya familia llegó aquí como súbditos del Imperio Otomano), el exjefe de gabinete Nicolás Posse y Federico Pinedo (presidente por una mañana en 2015 y ahora sherpa del G20).
Tras un mensaje impresionantemente largo para la ocasión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (una fuerza dominante en la política turca durante casi todo este siglo), Budak se dirigió a sus invitados. En las relaciones bilaterales podría presumir de haber firmado tres acuerdos en aviación, tecnología nuclear y cooperación antártica (tras un importante acuerdo de doble imposición en años anteriores) pero para Budak la relación no se limita a las dos capitales: el próximo mes visitará el colegio República de Turquía en Orán, Salta y, contrariamente al dicho local “perdido como turco en la neblina” (“Perdido como un turco en la niebla”), conoce el camino, aseguró a su audiencia. Para concluir, dijo que si tuviera que resumir las muchas cosas en común entre los pueblos argentino y turco en una palabra, sería “resiliencia” (dijo lo mismo el año pasado pero si tienes una buena frase, ¿por qué no repetirla?).
Después de estas formalidades, los invitados hicieron cola para saborear sus kebabs en una tarde fresca y soleada en los jardines de la Embajada.




