Milei asiste a la toma de posesión del nuevo presidente de Bolivia

Rodrigo Paz, un conservador proempresarial, asumió el sábado como presidente de Bolivia, poniendo fin a casi 20 años de gobierno socialista y heredando graves problemas económicos. Paz, hijo de un ex presidente de 58 años, recibió aplausos en la ceremonia de juramentación en la sede del Congreso de Bolivia mientras afuera caía un aguacero torrencial. “Dios, familia y patria: sí, presto juramento”, dijo Paz, quien ganó una segunda vuelta electoral el mes pasado. Entre los dignatarios extranjeros que asistieron se encontraba el presidente de Argentina, Javier Milei, quien se ha mostrado reacio a asistir a las tomas de posesión de los líderes regionales a menos que sean aliados. Milei busca restablecer los lazos con Bolivia, tensos desde que asumió el cargo en diciembre de 2023, y formar una alianza regional que esté a favor de Estados Unidos. Para Milei, sería beneficioso conseguir otro aliado dentro del bloque comercial Mercosur. Si bien Bolivia no es miembro pleno del mercado común, sí ocupa una posición. El jefe de Estado de Argentina recibió una gran ovación de algunos legisladores de la Asamblea Legislativa de Bolivia antes de la ceremonia. También fue visto hablando con el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, y con Santiago Peña de Paraguay. “Javier Milei está causando sensación en el Parlamento boliviano. Legisladores y autoridades están desesperados por una selfie con el líder argentino”, escribió Santiago Oría, funcionario del gobierno de Milei que documenta los viajes del presidente, en una publicación en las redes sociales. Luego de la investidura, Milei y Paz compartieron un breve encuentro, al que también asistieron la Jefa del Gabinete Presidencial de Argentina, Karina Milei, y el Ministro de Relaciones Exteriores, Pablo Quiro. Nuevo camino En su discurso de toma de posesión, Paz dijo que Bolivia ahora sería diferente y abierta al mundo después de dos décadas de gobierno de izquierda al que muchos aquí culpan por los males económicos del país. Bajo Evo Morales, en el cargo de 2006 a 2019, Bolivia dio un giro brusco hacia la izquierda, nacionalizando recursos energéticos, rompiendo lazos con Washington y estableciendo alianzas con China, Rusia y otros izquierdistas en Cuba, Venezuela y otras partes de América Latina. En uno de sus primeros actos oficiales, Paz restableció las relaciones diplomáticas a nivel de embajador con Estados Unidos después de una ruptura de 17 años, una ruptura que se produjo después de que Morales acusara al ex enviado estadounidense de apoyar una conspiración de derecha. “Nunca más una Bolivia aislada, atada a ideologías fallidas, ni una Bolivia de espaldas al mundo”, dijo Paz durante una ceremonia a la que asistieron delegaciones de más de 70 países y personalidades locales. Crisis económica Paz tendrá que abordar la peor crisis económica de Bolivia en 40 años, con una inflación interanual superior al 20 por ciento y una escasez crónica de combustible y dólares. Las largas colas de automovilistas que buscan llenar el depósito se han convertido en una forma de vida. El gobierno saliente del Movimiento al Socialismo (MAS) de Luis Arce agotó casi todas las reservas de divisas de Bolivia para apuntalar los subsidios a la gasolina y el diésel. Durante la campaña electoral, el líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) prometió un enfoque de “capitalismo para todos” para la reforma económica, con descentralización, impuestos más bajos y disciplina fiscal combinados con un gasto social continuo. También prometió mantener los programas sociales y al mismo tiempo estabilizar la economía, pero los economistas han dicho que ambas cosas no son posibles al mismo tiempo. – Noticias relacionadas con TIMES/AFP/PERFIL