El gobierno del presidente Javier Milei planea convocar a los legisladores argentinos a sesiones extraordinarias a partir del 10 de diciembre, con el objetivo de asegurar la rápida aprobación de dos propuestas emblemáticas: su amplia reforma laboral y el proyecto de ley de Presupuesto 2026. Los informes de los medios locales dicen que Milei podría firmar un decreto a tal efecto en los próximos días, poco después de que los legisladores recién elegidos asuman sus cargos, preparando el escenario para un intenso impulso legislativo de fin de año. La intención es garantizar que el debate sobre el Presupuesto y la reforma laboral concluya antes de que el calendario político se apriete en 2026. Destacando su importancia, los medios locales informan que se espera que el proyecto de reforma laboral sea presentado al Congreso el 9 de diciembre, y que el debate comience al día siguiente. Los nuevos legisladores argentinos –los elegidos en las elecciones del mes pasado– prestarán juramento en el Congreso la próxima semana, y las ceremonias para senadores y diputados están previstas para el 28 de noviembre y el 3 de diciembre, respectivamente. El gobierno de Milei, que verá sus filas reforzadas después de un buen resultado en las elecciones intermedias, quiere que las sesiones extraordinarias del Congreso se extiendan hasta el 31 de diciembre, aunque algunos dentro de la coalición gobernante favorecen la suspensión durante el período de vacaciones y la reanudación del debate a finales de enero o principios de febrero de 2026. Los funcionarios dicen que no se ha tomado ninguna decisión firme y probablemente no se tomará antes del 5 de diciembre. La hoja de ruta legislativa del gobierno se ha configurado a través de reuniones del llamado “Consejo de Mayo” de Milei, un órgano consultivo que agrupa a funcionarios del gabinete, gobernadores provinciales, legisladores y representantes sindicales. Entre sus miembros se encuentran el jefe del sindicato de la construcción de la UOCRA, Gerardo Martínez (en representación de los sindicatos), la senadora Carolina Losada (la cámara alta), el legislador Cristian Ritondo (la cámara baja) y el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo (los gobiernos provinciales. Se espera que el Consejo de mayo se reúna nuevamente para finalizar un documento común que acompañe el paquete legislativo. Si bien el gobierno tiene la intención de promover la campaña de reformas como una hoja de ruta compartida, dos de los puntos originales del “Pacto de Mayo” –la reforma de las pensiones y los cambios en el reparto de los ingresos federales– están listos para ser puestos en práctica. Otros proyectos de ley también podrían ser enviados al Congreso durante sesiones extraordinarias, incluida una propuesta para modernizar el Código Penal (que se debatirá en capítulos), una ley de responsabilidad fiscal, un paquete de reforma tributaria, medidas para regularizar el ahorro no declarado y enmiendas a la Ley de Protección de Glaciares. El paquete legislativo, una oportunidad que los asesores creen atraería mayor publicidad y resaltaría la narrativa “reformista” del gobierno. Reforma laboral La reforma laboral está en el centro de los planes del gobierno de Milei. Los funcionarios gubernamentales han descrito el proyecto de ley como una “modernización” de las leyes laborales muy esperada, destinada a reducir la burocracia e impulsar el empleo formal en Argentina. Informe UBA-CONICET – equivalente a más de cuatro de cada 10 trabajadores Según informes anteriores, el proyecto de ley incluye cambios en las horas de trabajo, las reglas de negociación colectiva, el financiamiento de los sindicatos y las cámaras empresariales, las cargas fiscales sobre el trabajo y las regulaciones que rigen a los trabajadores independientes y autónomos. Algunos artículos existentes pueden ser derogados por completo, pero el impulso de la reforma probablemente enfrentará la oposición de los líderes sindicales, quienes argumentan que los cambios propuestos pueden erosionar los derechos de los trabajadores y debilitar los poderes de negociación colectiva y sociales. El gobierno no ha dicho si tiene intención de mantener conversaciones con la poderosa agrupación sindical CGT, la mayor federación sindical de Argentina, sobre sus planes. Martínez, de la UOCRA, ha advertido que los líderes sindicales no aceptarán ninguna reforma que “imponga un retroceso” en los derechos laborales. “No hay consenso. Los temas y argumentos planteados en el debate no han llevado a un acuerdo”, dijo a la prensa después de reunirse con el principal asesor de Milei, Santiago Caputo, la semana pasada. “No se quedarán cruzados de brazos” si se debilitan las protecciones fundamentales. Dentro del gobierno se reconoce que “el diablo está en los detalles”, como dijo un funcionario. Si bien los ministros dicen que están abiertos al diálogo, subrayan que el papel del Consejo es consultivo y que el proyecto final “llevará la impronta del Presidente” a pesar de ello. Ante las presiones, el gobierno sigue decidido a seguir adelante. Extraoficialmente, los asesores dicen que esperan que los sindicatos se movilicen, pero dicen que la urgencia compensa el costo político. También argumentan que los líderes sindicales reconocen la necesidad de abordar el empleo informal.



