Envalentonado por su triunfo electoral de mitad de período, el presidente Javier Milei está abriendo un diálogo con los líderes políticos para avanzar con una segunda ola de reformas, dirigidas al mercado laboral, el sistema tributario y, en el futuro, las pensiones.
El gobierno de Milei llegó a las elecciones legislativas de la semana pasada en medio de turbulencias financieras que se han calmado tras la victoria. Ahora enfrenta el desafío de reactivar una economía estancada y consolidar su proyecto político.
‘El Congreso más reformista’
El primer paso de Milei será negociar con los legisladores su primer proyecto de ley de Presupuesto en dos años de mandato, tras dos rechazos consecutivos. Milei lo pospuso hasta diciembre, cuando su posición en el Congreso será más fuerte.
El grupo La Libertad Avanza de Milei se ampliará, pero aún no alcanzará la mayoría. Aunque el recuento final está pendiente, se espera que el gobierno ocupe alrededor de 100 de los 257 escaños de la Cámara Baja y 19 de los 72 del Senado, a partir del 10 de diciembre.
Con su aliado de centroderecha, el partido PRO del ex presidente Mauricio Macri, Milei y La Libertad Avanza podrían tener en conjunto 107 escaños en la renovada Cámara de Diputados. En la cámara alta, el caucus tendría 24 escaños de 72.
Milei ha proclamado alegremente que el nuevo Congreso, que sesionará por primera vez el 10 de diciembre, será “el más reformista… de la historia de Argentina”.
El presidente ha llamado a los gobernadores y otras fuerzas políticas a iniciar conversaciones sobre sus “reformas de segunda generación” en 2026.
Esta vez, el abrasivo derechista, que en el pasado calificó a sus oponentes de “ratas” y “traidores”, está dando señales de estar más abierto al diálogo.
Impuestos más bajos
Milei dice que hay una “secuencia” para sus reformas y que simplificar el bizantino código tributario de Argentina es su principal prioridad.
El economista de 55 años ha calificado en el pasado a los impuestos de “robo” y ha calificado a quienes esconden su dinero en cuentas extraterritoriales de “héroes” por lograr “escapar de las garras del Estado”.
Milei quiere traer más trabajadores a la economía formal. Para lograrlo, propone reducir los impuestos sobre la nómina de los empleadores, de modo que las empresas incluyan trabajadores en sus libros y contraten personal nuevo.
“Tenemos un plan para eliminar 20 impuestos, reducir las tasas y ampliar la base impositiva para que la evasión ya no tenga sentido”, dijo al canal de noticias A24 el lunes después de las elecciones.
Según Milei, el nuevo esquema fiscal desencadenará una “expansión del sector privado” que permitirá avanzar hacia la “modernización laboral”.
Aflojar las leyes laborales
Milei siempre quiere cambiar el “anacrónico” código laboral argentino, que, según él, “tiene más de 70 años y no está diseñado para el mundo de hoy”.
Sostiene que el sistema actual está impulsando la informalidad y quiere facilitar la contratación y el despido de personal.
El desempleo en Argentina es del 7,9 por ciento, mientras que el 40 por ciento de los trabajadores están empleados de manera informal.
Un proyecto de ley redactado por una congresista alineada con Milei propone flexibilizar la jornada laboral -hasta 12 horas diarias- y permitir que un porcentaje de los salarios se pague en forma no monetaria, como con vales o cupones de alimentos.
Milei también quiere acabar con lo que él llama la “industria de litigios laborales” introduciendo un sistema de indemnización fija.
El Ministerio de Trabajo ha propuesto negociar convenios salariales colectivos a nivel de empresa en lugar de las actuales conversaciones dirigidas por los sindicatos, junto con una remuneración basada en el desempeño.
Milei dice que las propuestas, que están siendo impulsadas por los empleadores, beneficiarían tanto a las empresas como a los empleados.
Pero los famosos sindicatos combativos de Argentina hasta ahora los han rechazado categóricamente.
Algunas de las propuestas se habían incluido en un megadecreto masivo de 2023, pero finalmente fueron bloqueadas por los tribunales tras las impugnaciones de grupos laborales.
Reestructuración del sistema de pensiones
Como parte de su tríptico de nuevas reformas, el Presidente también ha planteado una reestructuración del sistema de pensiones insuficientemente financiado del país, sin dar detalles y dejando claro que sería el último de los tres.
Grupos de jubilados se han convertido en un punto focal de resistencia al gobierno, organizando protestas semanales que a menudo encuentran represión policial.
Según el think tank IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), las pensiones y jubilaciones representarán el 46 por ciento del gasto estatal en 2026.
Hasta el momento, el gobierno no ha proporcionado detalles de su propuesta para reformar el sistema de pensiones.
¿Puede hacerlo?
Un Milei más conciliador ha repetido desde el domingo que está dispuesto a hacer tratos con otros partidos para lograr que la legislación sea aprobada en el Congreso.
Martín Rapallini, titular de la Unión Industrial Argentina (Unión Industrial Argentina,
UIA), afirmó que “todo el sector empresarial está convencido de que es necesario emprender reformas estructurales, en particular la reforma fiscal y también la modernización laboral”.
“El desafío que enfrenta el gobierno es lograr consenso”, afirmó Rappallini.
El economista Pablo Tigani advirtió sin embargo que la luna de miel electoral de Milei podría durar poco.
“Cuando empiecen a recortar las pensiones y los derechos, junto con la caída de los salarios y una recesión, las protestas sociales podrían acelerarse e incluso explotar”, dijo a la AFP.
Según el analista político Carlos Fara, las reformas “son cosas que Argentina necesita, pero no son esenciales para el día a día de la gente”.
“Lo más importante es la recuperación de la actividad, y eso todavía es incierto”, afirmó a la AFP.
– TIEMPOS/AFP
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