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Debates Debates diplomacia diplomacia Tribuna Pablo Magee
Chercheur
Cincuentenario y después del debut de la operación «Cóndor», que busca la eliminación de los oponentes a los regímenes en América Latina, la influencia de Washington en el continente sudamericano revient bajo un nuevo rostro, analiza al chercheur Pablo Daniel Magee en una tribuna en « Mundo».
Publicado aquí a las 20h00 Tiempos de Conferencia 3 min.
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Il aura fallu un demi-siècle pour assister au renouveau de l’ingérence des Etats-Unis en Amérique latine. La operación «Cóndor», la más grande conspiración política menée por Washington en América Latina, comenzó hace cinco años, el 25 de noviembre de 1975, en Santiago de Chile. Dans les locaux de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), les directeurs des services de renseignement de l’Argentine, de l’Uruguay, du Paraguay, de la Bolivia et du Brésil se sont réunis à l’initiative de Manuel Contreras, director de servicios secretos del general Augusto Pinochet − ce dernier avait ravi deux ans plus tôt, avec le soutien des États-Unis, la présidence du Chile au socialiste Salvador Allende, élu démocratiquement.
Né ce jour-là de la firma de un acuerdo multilateral entre ces cinq pays – le Brésil ayant coopéré à partir de réseaux nationaux déjà en place – colgante de una reunión classée secret-défense, le plan « Cóndor » est pensé como le bras armé d’organisations anticommunistes telles que la Ligue anticomuniste mondiale ou la Confédération anticommuniste latino-américaine, toutes deux agissant dans l’ombre portée de l’idéologie américaine à travers le monde.
El coche «Cóndor» es una máquina de guerra que trabaja para perseguir y neutralizar a los oponentes en los regímenes de los países miembros, a través de la colaboración de los servicios secretos y de las fuerzas armadas del continente. Les Etats-Unis proporcionan el material informático – necesario para la elaboración de bases de datos –, los fondos y la ayuda total de la CIA. Esta es una operación clave en principal, a la gloria de la ideología de los estados unidos en el continente sudamericano, no le nombre de las víctimas es encore ultra secreto, pero no estime que ella a laissé entre cinquante mille et quatre-vingt mille morts et disparus, un demi-millon d’emprionnements politiques et des centaines de millers de casos de tortura a través de todo el continente.
Los rouages de esta masacre organizada ont été mis au jour le 22 de diciembre de 1992 por el abogado paraguayo Martin Almada et son épouse Maria Stella Caceres, lorsqu’ils descubrient, à Asuncion, les « archives de la terreur » de l’opération « Condor », aujourd’hui classées mémoire du monde par l’Unesco. Esta revelación histórica alors entraîné una discreta condenación de los instigadores de «Cóndor» por la comunidad internacional y permite el retorno al orden democrático en América Latina.
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