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Sunday, October 26, 2025

¿Se apagó el “10”? La caída de Leonardo Fernández en Peñarol y la urgencia de su resurrección

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El grito fue unánime: Leonardo Fernández se quedó en Peñarol. La cifra, una de las más altas en la historia del fútbol uruguayo, sentenciaba una compra ambiciosa, y el mensaje era claro: el genio del mediocampo, el “10” que había devuelto la ilusión, sería el pilar del proyecto. Sin embargo, en el fragor de la competencia actual, el murmullo de la tribuna ha cambiado y la pregunta del titular resuena con fuerza: ¿se apagó la luz de la estrella aurinegra?

El equipo de Diego Aguirre fue superado por Cerro 2-0 sin levante, sin mostrar juego, fútbol asociado y casi no tuvo jugadas de gol. Otro partido en el que dejó dudas.

Los números fríos, si bien no son pésimos, sirven para establecer un punto de partida y, a la vez, el centro de la crítica. Desde su llegada, Leonardo Fernández acumula 11 goles y 14 asistencias en los 42 partidos que disputó. Esta estadística, con una participación directa en 25 goles, es innegablemente la de un jugador clave, un diferencial en el fútbol uruguayo. De hecho, representa una contribución de gol o asistencia cada 1,68 partidos, una media que cualquier equipo desearía para su volante ofensivo.

El momento y las malas señales de Leonardo Fernández No obstante, la lectura es mucho más emocional que matemática. La expectativa que generó el impacto inicial de Leonardo Fernández, con goles determinantes y jugadas de antología, desarrolló un estándar tan alto que su rendimiento actual, aunque regular, deja gusto a poco. El problema no reside en la sequía absoluta, sino en la intermitencia de su influencia.

El “mal momento” de Leonardo Fernández se traduce en una menor capacidad para desequilibrar en el mano a mano, en una baja en la eficacia de su temible remate de media distancia y, lo más preocupante, en una menor incidencia en el volumen de juego del equipo. En partidos recientes, su figura se diluye en la fricción del mediocampo, y Peñarol, un equipo construido para que el “10” sea el faro, se vuelve predecible. La sensación es que el motor principal está funcionando en una máquina de medios.

Cerro le ganó a Peñarol 2-0 en el Estadio Luis Tróccoli

Leonardo Fernández de Peñarol ante el Cerro por el Torneo Clausura

Foto: Dante Fernández/ FocoUy

El contraste es notorio. Cuando la gran estrella del equipo de Diego Aguirre está en su mejor nivel, Peñarol es arrollador. El talento de su pegada y su visión juego son la llave maestra para abrir defensas cerradas. Pero cuando no aparece, el equipo se apaga y el peso de la inversión. (US$ 6.900.000) y de la camiseta número “10”, se vuelve una mochila pesada sobre sus espaldas.

La entidad, el cuerpo técnico y, sobre todo, la hinchada, saben que la resurrección de Peñarol en las instancias decisivas pasa ineludiblemente por la recuperación del mejor Leonardo Fernández, más allá de las críticas que aparecieron en los dirigentes. últimos partidos de parte de los hinchas. Es el momento en que debe demostrar por qué fue considerado el fichaje más importante de la temporada.

La urgencia es doble: Es urgente que el equipo recupere a su conductor para pelear por los objetivos, y es urgente que Leonardo Fernández se libere de la presión para volver a ser el futbolista desequilibrante que se enamoró a la hinchada carbonera. La pelota está en el pie izquierdo del “10”.

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