Truchas: cómo viene la temporada para 2026

Un año distinto, una estación fría infrecuente en la Patagonia andina. Después de inviernos bastante blancos tocó uno con muy pocas nevadas. Lo que hace suponer que habrá menos agua para alimentar los paisajes y las cuencas sureñas. Los pescadores, próximos a una nueva apertura de temporada, entendemos que habrá condiciones diferentes. Tanto en los ámbitos cómo en el comportamiento de las truchas. Por eso, para aproximarnos a lo que nos puede estar esperando en este nuevo ciclo, consultamos con guías de pesca de distintas regiones patagónicas. Todos coincidieron en algo. Hay menos agua pero hay oportunidades que en años normales no aparecen. Analicemos paso a paso este fenómeno.  Cristian Nordhal Olsen desde Junín de los Andes nos dice que los menores caudales de arranque, a su entender, van a favorecer la pesca al vadeo este año, que en condiciones habituales hay pocos lugares para vadear seguro. El agua, un poco más baja y no tan rápida en los ríos, dará más tiempo a líneas y moscas para bajar en la columna hasta dónde estén los peces. Y también estima que las flotadas serán mucho más tranquilas y efectivas, con mayor facilidad para los guías de ir acomodando mejor los botes y a un ritmo que permita hacer más de un tiro en los buenos lugares y así trabajar mejor los ríos. Que será apropiado poner en juego equipos #6 con líneas Sinking tip de 200 grains y alguna línea de flote para intentar con ninfas. Para pescar con estrímeres, la idea es usar tippet 0X, 1X y hasta 2X. Para líneas de flote y atractors, tippet 3X. Para ninfas, tippet 4X y para moscas secas en anzuelos 12, 14 y 16, tippet 4X a 5X. Para fines de noviembre, seguramente comenzarán a aparecer las  eclosiones de caddis y mayflies que, con moscas como Adams o Parachute Adams en anzuelos 12 a 16, se van a poder aprovechar perfectamente. Ya en enero el gusanito del sauce será una imitación imprescindible en la caja de moscas. El Malleo será el río ideal para vadear a comienzo de temporada y para flotar el Aluminé, Collón Curá, Chimehuín y Caleufú.  Nahuel Moral desde San Martín de los Andes coincide en mucho de lo que nos comentaba Cristian y agrega que, en los inviernos tradicionales, los ríos arrancan normalmente altos, rápidos y turbulentos, y este año estarán muy interesantes, más pescables tanto en vadeo como en flotadas más efectivas y seguras. Y entiende que la problemática del agua no será para el inicio ni para los lagos, sino para los ríos a partir de mediados de temporada. Que para la zona un equipo #6 es lo básico y lo efectivo para toda la temporada, pero para el arranque se puede incluir un #7 u #8 por los fuertes vientos de noviembre. Completando el equipamiento con waders de neoprene o de Gore-Tex pero con abrigo abajo, botas de vadeo con suela de goma (no están permitidas las suelas de fieltro) y campera impermeable de vadeo. Y recomienda vadear con cuidado y respetando los lugares donde se presume que haya camas de desove. Los mejores pesqueros Según reportes de la zona de Bariloche, a pesar de las escasas nevadas el panorama para el arranque es muy auspicioso. Con buenas truchas en las bocas de ríos y arroyos, y muy buenos ejemplares en el primer tramo del Limay, que este año presentará mejores condiciones para pescar de costa y vadeando. La cuenca del Manso también se espera que rinda bien de arranque, con truchas salidas de la fresa, ávidas y voraces para recomponer sus reservas. Y los lagos no deberían presentar problemas, ya que un cambio en los niveles de agua no los afectan en demasía. Sí una mayor temperatura que hace que los peces busquen aguas más frías y profundas, pero esto será un tema a resolver, entrados los días más cálidos del verano y no ahora en la apertura.    Tito Tagle, desde Chubut, opina que la falta de agua alteró el desove, esto va dar la posibilidad de pescar en el inicio en arroyos y ríos, y también en las bocas, donde puede haber truchas todavía finalizando la fresa. El Rivadavia, el Arrayanes, el Carrileufú, el Pedregoso, la boca del Tigre y desemboques de arroyos chicos sobre lagos y ríos de mayor caudal serán buenos pesqueros.  Las aguas más bajas van a permitir llegar a lugares que, en años normales no sería posible. De esta manera se amplía la posibilidad de pescar en buenos sitios, como lugares inundados, salidas de vertientes, brazos secundarios y canales de los ríos donde haya buenas truchas.  Es recomendable contar con un equipo #5 o #6, de acción media o de punta, y llevar una o dos cañas de repuesto en un viaje al sur para asegurarse la pesca ante una eventualidad. Líneas WF de flote y sinking tip de entre 150 y 175 grains, líderes de 9 o 10 pies en 3X, 4X, y 5X para flote, y 1X, 2X y 3X, para sinking. Los estrímeres clásicos no deben faltar, pero es notable cómo se está teniendo más éxito con los más pequeños, atados en anzuelos 6, 8 o 10. Los colores más rendidores siempre son negro, oliva, gris y marrón. Los materiales sintéticos, como el cristal flash y el craft fur, les agregan atractivo, vivacidad y efectividad a las moscas. Attractors y señuelos  Para Tito no deben faltar en la caja una selección de ninfas como Pheasant Tail en tamaños de anzuelo desde el 10 al 18, Prince del 8 al 14, Hare’s Ear del 10 al 18,  Scuds del 12 al 18, Caddis pupas del 12 al 16, Emerger del 12 al 18, Blue-Wing Olive del 14 al 18,  Damsel Nymph del 8 al 12, San Juan Worm del 8 al 10 y también imitaciones de huevos de truchas. En cuanto a secas, una selección de atractors en tamaños de anzuelo del 8 al 14 y de las clásicas como Caddis, Adams, Black Gnat, Red Quill, Mosquito, en tamaños del 12 al 20. Alejandro Taravello nos aporta su visión de los ámbitos de Trevelin y confirma la escasez de agua en muchos cursos como el Percy, el Nant y Fall y el Corinto, entre otros. También entiende que los cursos de la estepa como el Chubut, el Gualjaina y el Lepa se verán en problemas si las lluvias de primavera no compensan el faltante hídrico. Pero destaca que los ríos del Parque Nacional Los Alerces no van a sufrir demasiado, y que el Grande está exento de esa problemática ya que se nutre del enorme embalse Amutui Quimei, formado a partir de la construcción de la presa Gral. San Martín, lo que asegura un caudal permanente con variaciones de nivel por la entrega de la central hidroeléctrica y no por las reservas de las cumbres. Un río que se espera sea lo noble y productivo que viene siendo año a año. Alimentados por lluvia o deshielo  Muchos de los lagos que no tienen otros aportes que las precipitaciones o el deshielo de nevadas, como el Rosario o la laguna Larga, están experimentando una merma en sus cotas. Lo que seguramente obligará a buscar a las truchas un poco más abajo, donde las aguas guarden una temperatura más baja. Para eso habrá que usar líneas densas y moscas con lastre, o bien aprovechar más los horarios más temprano de la mañana y últimos del día. Como contrapartida, es muy probable que este año, por las condiciones diferenciales, se pueda pescar con secas y ninfas mucho antes de lo normal. Pablo Buono, Director de Pesca Continental de Chubut, y también apasionado aficionado, coincide con mucho de lo vertido por los guías hasta aquí, y agrega que la perspectiva es de un arranque atípico pero con grandes oportunidades de clavar una buena trucha. Vamos a encontrar niveles de agua mucho más bajos en todos los ambientes. La particularidad más importante es la concentración de peces. El nivel bajo de los ríos va a exponer nuevos pozones y estructuras donde se ubiquen, creando una gran oportunidad para encontrar truchas grandes que estén activas y busquen recuperarse tras el desove. Sin dudas se nos viene una temporada de oportunidades. ¡A aprovecharla desde el inicio! ¿Te apasiona la vida al aire libre, la aventura y la naturaleza? Recibí las mejores notas de Weekend directamente en tu correo.  Suscribite gratis al newsletter