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Sunday, October 26, 2025

Velas en el kayak: más lejos con menor esfuerzo

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Basta efectuar una larga travesía por aguas abiertas para darse cuenta de que la fuerza del viento puede ayudar en nuestra derrota. En muchas ocasiones suele ocurrir que sopla a favor del rumbo y es entonces cuando todo kayakista sueña con implementar un sistema de vela que le permita avanzar en silencio, casi sin esfuerzo y a un ritmo increíble. No sólo es muy útil, sino que también es muy divertido navegar impulsados por el viento.  
Al momento de instalar u optar por un sistema, deben considerarse varios aspectos. En primer término tenemos que optar por un mecanismo liviano y de quita y pon, o sea, que pueda ser removido de manera rápida en pocos minutos. 

Peso y anclaje  El peso total del sistema no debería superar 1,5 kg. También debemos ubicar el anclaje del mástil en el medio de la embarcación y sobre la línea de crujía, algo por delante del palista, desplazado hacia la proa. De más está decir que la vela y el mástil jamás deben entorpecer los movimientos de la remada, para no desnaturalizar la técnica. También hay que asegurarse de que el mástil quede sujeto sobre la sentina o cubierta de manera sólida (es preferible colocar una montura circular fijada a la cubierta o piso con tornillos, o laminada con fibra de vidrio para impedir cualquier tipo de desplazamiento).
El sistema: mástil y vela tienen que poder ser arriados en segundos en caso de incremento del viento. El equipo, por su parte, no debe superar 1,50 m de altura y los 2,5 m de ancho. Su confección es conveniente con un caño hueco de duraluminio o PRFV. En el extremo superior se le debe adosar un pequeño mosquetón o gancho con la roldana para que el izado a tope facilite –repetimos– arriar la vela. Este detalle es muy importante, porque ante ráfagas imprevistas o cambios de viento permitirá bajar rápidamente el velamen y evitar vuelcos o escoramientos. También debe poseer dos finos obenques de cabo de 3 mm, a manera de tensores, para impedir que el mástil se caiga cuando la vela cargue viento. 
En cuanto al diseño del velamen, es preferible emplear los de formato spinnaker o globo, o bien una vela tipo foque de capa. De todos modos, el mercado ofrece muchos tipos de velas que otorgan óptimos resultados. Lo que sí, deben estar confeccionadas con tela de polietileno PET o, en su defecto, con una tela liviana engomada (por las mojaduras) . Importante: no superar el metro cuadrado de superficie. 
Dos buenas razones para no utilizar velas de mayor tamaño son: que ceda el asiento del mástil (fogonadura), ya sea en la cubierta o en la sentina y, también, porque en caso de viento fuerte el kayak puede volcar o la proa irse por ojo. En ambas bandas no hay que olvidarse de sujetar dos pequeñas cornamusas o mordazas para asegurar los cabos de las velas. En cuanto a las escotas, tienen que estar fuertemente cosidas a los extremos del paño para evitar desprendimientos o flameos. 
A fin de aprovechar plenamente el aparejo, conviene utilizar un sistema de timón. Si los dos accesorios funcionan acoplados, se logrará un avance rectilíneo sin esfuerzo del remero. En caso de prescindir del timón, el palista deberá efectuar pequeñas correcciones con el remo, ya que habitualmente los golpes de viento fuerte suelen actuar de manera despareja y tienden a desviar el rumbo. Como última indicación, si la embarcación es doble o mide mas de 6 m, cabe la posibilidad de instalar dos aparejos. En este caso, cada palista ubicará el mástil y la vela por delante de su asiento, sin por ello dificultar la remada o los movimientos en el cockpit.

Diferentes diseños Existen en el mercado varios sistemas de velas y aparejos. Algunos utilizan spinnaker, foque de capa, una genoa grande con una simple botavara, velas latinas o cuadradas. Todas cumplen con su función de manera apropiada, aunque –por supuesto– una gran parte del rendimiento depende de la orientación del viento que predomine en la zona. En un kayak resulta sumamente difícil navegar con vientos de ceñida (45º) o a la cuadra (90º), ya que al carecer de quilla, orza o lastre, la propulsión tiende a perderse y, por consiguiente, se deriva con mayor facilidad. 
Con vientos apopados se logran las mejores performances en el avance, sin importar el tipo de aparejo que se tenga instalado. Con vientos de través (45º respecto del rumbo) hay que estar muy atentos por la posibilidad cierta de vuelco. El costo de un probado sistema completo con herrajes de sujeción, vela personalizada de 0,8 m2, mástil, botavara y batten de fibra de vidrio como el fabricado por FlyB (Tel.: 011 4428-5128) ronda los $ 270.000. 

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